Ciudad de México, Junio 20, 2018- Dice Edgar que el sureste mexicano aún está ‘en pañales’ en la producción y consumo de cerveza artesanal, sin embargo, en 2012 él comenzó su historia en la industria independiente.
Egdar Moncada es fundador del Club de Cerveceros de Ciudad de Carmen, que se formó hace nueve meses y suman 20 miembros, entre ellos cinco mujeres. Ninguno produce a nivel profesional, “hay muchas ganas de profesionalizarlo y convertirlo en negocio”, sostiene.
Moncada aprendió a hacer cerveza con Héctor López Maldonado, quien trabajó para Hércules (Querétaro), después tomó varios cursos y un diplomado en AMEG (Academia Mexicana de Eno-Gastronomía). Lectura y práctica lo han acompañado desde sus inicios.
“Enseñé a algunas personas sobre la elaboración de cerveza y ahora somos más de 20”, Egdar tampoco tiene una marca de cerveza, se dedica a impartir talleres, catas y maridajes. A partir de enero de este año, comenzó cursos para ingenieros en industrias alimentarias.
El club se reúne en Taninos, una boutique de cerveza en la que también se ofrecen catas de esta bebida, así como de vinos y mezcales. Los maridajes se realizan con alimentos típicos de la región.
“Es difícil, ya que aún existe mucho desconocimiento sobre la cerveza, sin embargo, también es un área de oportunidad para comenzar correctamente desde cero en un lugar como este», observa.
Perla del Golfo y Manglar son dos las marcas nacidas en Ciudad del Carmen que se comercializan de manera local. Bares y restaurantes también ofrecen cerveza independiente en sus menús.
«Para ser sinceros el sureste está muy en pañales la industria, así como el mercado. El clima es un factor importante, hay mucha humedad y calor, lo que disminuye la vida útil de los insumos o equipos. Hay que tener más cuidado con todos los ingredientes y exagerar con la limpieza. Además, la luz es más cara, así como la renta de locales, pero bueno, siempre se busca la forma”, indica Edgar.
Y en lo que sí beneficia el clima es en el consumo, el mercado está interesado en abrir su paladar a nuevas experiencias, lo que confirma la buena convocatoria de las catas.
«Hay mucha aceptación de la gente que estamos guiando en este fascinante mundo, para que distingan una buena cheve de otra que no lo es. Les dices que existe algo más allá de clara y oscura y que no toda la cerveza es amarga, cuando prueban la Fruit Ale o la Kriek (lámbica) se van de espalda”, comenta.
Hasta el momento este club no tiene contacto con homebrewers de otras ciudades, para intercambiar información, pero busca expandirse a Mérida, en donde hay varios productores, «una compañera del diplomado me apoyará con eso, aparte de organizar reuniones y compartir las cheves que hacemos».
Si viven en Ciudad del Carmen o Mérida y les interesa hacer cerveza, ¡súmense al club! y si ya pertenecen a un club en su ciudad, ¡pónganse en contacto!
*Imágenes cortesía del Club de Cerveceros de Ciudad de Carmen