México, 28 de abril, 2020- El 2020 pintaba como un gran año para la industria cervecera artesanal e independiente en Yucatán, su verano interminable, acompañado de una larga lista de eventos entre ellos el Tianguis Turístico, así como la presencia de algunas marcas en competencias de cerveza nacionales e internacionales, reforzarían la imagen de los artesanales en el estado y cada vez más a nivel nacional.
En la cuna de Cerveza Montejo y en donde AB InBev construyó uno de sus principales bastiones de exportación, existen alrededor de 34 cervecerías artesanales, de las que menos de la mitad tiene producción constante. Además, hay 5 gastro pubs, 3 tap rooms y un córner.
Cerveza Patito y Cerveza Ceiba son las que cocinan mayor volumen, la primera con alrededor de 20 mil litros mensuales y la segunda con 10 mil.
La Ley Seca decretada el pasado 9 de abril por el gobierno del estado, frenó la buena racha de los cerveceros, que en algunos casos habían tenido el mejor arranque de año, dejándolos con miles de litros envasados y en sus fermentadores, la mayoría de estilos que se disfrutan mejor cuando la cerveza es fresca. Y la disposición, que terminaría el jueves 30 de abril, se extenderá con un final incierto, de acuerdo con el propio gobierno estatal.
Aunado a ello, el gobierno prohibió a las paqueterías transportar bebidas alcohólicas dentro y fuera del estado, dejando sin opciones a los productores.
A continuación, te presentamos 3 casos de cervecerías yucatecas afectadas por la Ley Seca.
Ceiba: con 10 mil litros en botella y tanques al 90%
En marzo, cuando comenzó la contingencia, Ceiba inició con entregas a domicilio dando un giro a su sistema de distribución acostumbrado a restaurantes y tiendas boutique. Aunque los pedidos fueron en aumento, las últimas 2 semanas de operación la producción cayó drásticamente hasta que se vio frenada por el decreto de Ley Seca. El 31 de marzo la cervecería bajó cortinas, con la promesa de regresar al final de la contingencia, previsto para el 30 de abril, sin embargo, el gobierno estatal acaba de anunciar que “por el momento no hay fecha para levantarla”.
“El impacto económico será grande. No sólo no podemos producir, sino que tampoco podemos desplazar la cerveza lista en nuestras bodegas, detuvimos cualquier tipo de operación. Aún con los daños económicos, apoyamos las medidas que se están tomando porque consideramos que la salud va primero”, señaló Carlos Jaime, fundador de Cerveza Ceiba.
La cervecería se quedó con la producción de dos meses, 10 mil litros envasados y cerveza en maduración ocupando 90% de sus fermentadores.
Ceiba produce alrededor de 10 mil litros mensuales, 2% se vende en KAPOK, su tap room, el resto con sus principales clientes: restaurantes de toda la península. Llegan a todo el país por Beerhouse.mx y MercadoLibre.
Ceiba cuenta con 8 empleados en la planta de producción y 3 en su tap room, también genera fuentes de trabajo para personal de mantenimiento, mercadotecnia, distribución independiente, entre otros.
“En Ceiba somos una familia y no se despedirá a nadie, lo que correspondería es un ajuste de sueldos, previamente acordado con todos”, aseguró Carlos Jaime.
La cervecería nació en 2012 en Mérida, Yucatán y empezó a distribuir en 2013, este año por la pandemia decidieron posponer sus proyectos, aunque su fundador afirma que siguen emocionados por realizarlos.
“En Ceiba nos mantenemos positivos, creemos que la gente valora cada vez más los productos hechos de manera artesanal, localmente y con pasión, por lo que estamos convencidos de que después de la pandemia vamos seguir laborando con más fuerza”, sostuvo.
Es muy triste ver cómo estamos perdiendo el ritmo: Gema Roja
Dice Manolo Cedillo, fundador de Cervecera Gemaroja, que a pesar de la que la península es una zona joven en producción de cerveza artesanal y no cuenta con la proyección de otras entidades, los cerveceros están cada vez más presentes en eventos masivos que atraen la mirada del mercado.
En mayo estaba previsto el Festival 4 Estaciones, que se reprogramó para 14, 15 y 16 de agosto en el Centro de Exposiciones Siglo 21 y esperaban recibir a cervecerías de otros estados.
Además, Gemaroja era uno de los expositores foráneos en el Ensenada Beer Fest (20-21 de marzo), que se suspendió a menos de una semana de realizarse. Concursaría en la competencia internacional de cerveza Aro Rojo y en la World Beer Cup.
“Fue un golpe anímico muy duro, veníamos creciendo con un año de muchos logros que se coronaron ganando medallas de oro en Copa Maya y Copa México. Listos para participar en Ensenada Beer Fest, Aro Rojo y la cancelación del World Beer Cup en San Antonio, Texas donde participaríamos. Fueron inversiones económicas importantes, pagos de espacios y costos de stand, boletos de avión y hospedaje, literal paseamos por todo el país 60 cartones que mandamos a Ensenada desde Mérida (6 camiones y 2 trenes) y que se regresaron. Es muy triste para todos ver cómo estamos perdiendo el ritmo y el lugar que estábamos construyendo”, expuso.
Para Manolo 90% de los cerveceros locales está en riesgo de cerrar sus fábricas por los efectos de la pandemia. Gemaroja produce entre mil y mil 500 litros mensuales y estaban por concretar la compra de un equipo con PKW para elevar su producción y aumentar su presencia.
Sin embargo, la Ley Seca canceló sus planes de llevar su cerveza a fiestas, bodas y eventos en las haciendas de Yucatán, así como maquilar cerveza de la casa para restaurantes locales. Manolo señala que la operación de la cervecería será replanteada.
“Seguimos siendo un gremio de homebrewers y nanocerveceras, es un entorno de lucha y dedicación, de muchas ganas y gusto por hacer cerveza, la mayoría tiene otras actividades o trabajos para poder seguir con su cervecera y sostener este sueño, pero hay compromisos y familias que sacar adelante”, comentó.
Fundó Gemaroja el 18 de diciembre 2018 en Mérida, vende su cerveza en más de 25 restaurantes en Mérida, Aguascalientes, Ciudad de México, Valladolid y Cancún, 5 boutiques de cerveza artesanal, con un par de distribuidores a nivel nacional y en eventos, resorts, haciendas y bares.
Para Manolo y su socio Gerardo Márquez, vender cerveza es un reto, ya que el mercado en Yucatán aún es pequeño, comparado con el de entidades como Baja California, Ciudad de México y Jalisco. Además, la cultura de la craft beer es incipiente.
“Somos una ciudad muy tranquila, los delitos que surgen son menores, pero lamentablemente muchos tienen que ver con alcohol, de ahí lo entendible de la norma impuesta. El impacto general es terrible para el gremio, ya que muchos cerveceros dejamos de producir, dependemos de los centros de consumo y estando cerrados no es posible seguir”, indicó.
Esta cervecería cuenta con estilos American Pale Ale, Kloster Helles (ganadora de oro a la mejor Lager Exportbier en Copa Maya), Dunkelbock (ganadora de oro en Copa Maya y oro en estilo tradicional alemán en Copa México), desarrolla una India Pale Ale y una Russian Imperial Stout.
“Algo que ya nos estaba pegando antes de la pandemia son estos bares llamados “cervecerías” que venden cualquier cerveza a 15, 19 pesos o 20 pesos, según la zona. Una cadena de estas llegó y 7 sucursales abrieron en menos de un año cuando la ciudad es muy pequeña y pega a los centros de consumo locales que sí nos apoyan, no podemos competir contra esos precios”, comentó.
No nos caía el 20 de lo que estaba pasando: Cerveza Cuerno de Toro
La última vez que cocinaron en Cuerno de Toro fue el pasado 17 de marzo y después se concentraron en garantizar el pago de la nómina y la renta de sus locales, cuando empezaron a ofrecer servicio a domicilio sólo quedaban 10 días para la aplicación de la Ley Seca, «no nos caía el 20 de lo que estaba pasando y empezamos tarde con el servicio».
“La pandemia nos agarró en el pico más alto de la producción, nos quedamos con 2 mil litros en fermentación y alrededor de 3 mil litros envasados”, estimó Ovidio Suárez, fundador de la cervecería. Cabe mencionar que Cuerno de Toro produce entre mil 600 y mil 800 litros de cerveza cada mes.
“Tuvimos que comprar dos tarimas de botellas para no tirar la cerveza, dimos el máximo de fermentación, en barril tenemos Doble Red IPA, West Coast IPA madurada en pulpa de maracuyá y una Golden Ale madurada en pulpa de durazno, también una Oatmeal Stout e Imperial Red Ale, otra West Coast y una Kölsh, que son de línea”, mencionó.
Suárez calculó que sus fondos económicos les permitirán resistir hasta el último día de mayo e iniciar junio operando en pérdidas con dinero de su bolsa.
“Estamos un poco temerosos porque los clientes principales de las cervecerías son los centros de consumo, no tanto los particulares y difícilmente cualquier restaurante que abra lo primero que va a comprar es cerveza artesanal”, observó.
El también presidente de los Cerveceros Artesanales de Yucatán, dijo que solicitarán al gobierno que los ayude a reactivar su producción con un apoyo de 3 a 4 toneladas de malta, que se repartirán entre las diez cervecerías activas en la asociación, de las 19 que están registradas, que incluyen un distribuidor de insumos y tienda en línea.
“Antes de la Ley Seca todos estábamos vendiendo muy bien, incluso para las más grandes que son Patito y Ceiba, tuvieron una respuesta positiva de la gente, pero la ley nos cerró todas las puertas, independientemente de las plataformas en las que algunos se encuentran”, dijo.
Indicó que previo a la pandemia habían incrementado su producción y el año los esperaba con eventos como el Tianguis Turístico en Mérida en el que estimaban unos 200 mil visitantes y se se pospuso para septiembre. Participarían Esmeralda Brewing, Patito, Ceiba y Cuerno de Toro.
Para el tianguis, los cerveceros cocinaron en colaboración 500 litros de una Cream Ale con naranjita de San José, que no pudieron comercializar y decidieron repartirla entre los participantes.
“Habíamos tenido el mejor inicio de año en los cinco que llevamos en la cervecería. Pasamos de producir alrededor de 600 litros mensuales (3 de línea y 3 experimentales) a 2 mil 200 en los meses de agosto a diciembre del año pasado”, recordó.
El presidente de la CAY refirió que las colonias de canadienses y europeos asentadas en la capital yucateca, son fuertes en el consumo de cerveza artesanal, que sigue abriéndose paso a más paladares.
Motivados por la buena racha, lanzaron dos ediciones especiales en botella y se animaron a sacar su cuarta cerveza de línea, sin embargo, marzo inició con un desplome de 60% en sus ventas, que se recuperaron con la entrega a domicilio.
“Antes de la contingencia vendimos 400 litros de cerveza en la primera quincena de marzo y en la última del mes, con los lugares cerrados, vendimos 190 litros con entregas a domicilio. Sin Ley Seca hubiéramos vuelto a producir, de los 10 activos en la asociación, diría que hay 4 que ya necesitan cocinar”, señaló.
Aunque Cuerno de Toro se maneja como una empresa familiar (sólo cuenta con un empleado y un vendedor por comisión), renta un local comercial en el centro de Mérida donde se encuentra Nación Brava, su tap room y tiene 7 empleados, con lo que sus gastos fijos aumentan.
“Quisiera ser optimista y decir que al término de esto la gente va a regresar a consumir al menos para pagar a los empleados, estamos haciendo todo el esfuerzo posible para cubrir gran parte de su nómina o totalmente. Es la luz de esperanza que veo al final del túnel», afirmó.
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*Imágenes cortesía de las cervecerías
