Ciudad de México, 13 de febrero, 2024- Con una de las historias más largas y complicadas en la industria, su apuesta por la cerveza artesanal no decae y con un estallido de creatividad que llega desde el corazón, Insurgente, la marca que convirtió a Tijuana en un referente en la producción cervecera en México, busca trascender siendo fiel a su esencia.
Damián Morales, cofundador de Insurgente, reconoce que la cerveza artesanal (más allá del nicho), es vista como un producto de calidad, al que no todos pueden acceder por su precio y para mantenerse de pie, las cervecerías deben adaptarse a los cambios que exige el mercado, tales como cervezas de baja graduación, más simples, pero bien hechas.
Para la cervecería que sobrevivió a una clausura y la pandemia, el reto está en casa, en su región, en donde está su mayor mercado. A la par, Morales observa una limpia en la industria, “se salen las cervecerías que no hicieron las cosas bien, y se quedan las que sí lo están haciendo bien”.
Pero Insurgente no la tuvo nada fácil, el gobierno estatal la clausuró a finales de 2019 y el búho no pudo volar durante más de dos años, sin embargo, encontró un nuevo camino para salir de Juan Cordero y fortalecer otra parte de su negocio: la distribución.
Este año, proyectan crecer 15% en volumen llevando a su fábrica casi al tope de la capacidad instalada, con un mayor empuje hacia el lado creativo (¡prepárense para las barricas!), sin descuidar sus estilos de línea.
Sobre Insurgente, la industria y las tendencias que veremos este año, platicamos Damián Morales y esto fue lo que nos dijo ¡entérate!
DLB: A más de 13 años que comenzaron, ¿qué cambios observan al interior de la industria, y en el mercado mexicano?
DM: Han sido varios, los primeros dos años creo que todos podemos decir que llegó a haber mucha oferta de cerveza artesanal que no estaba donde debía estar en términos de calidad, y eso ha cambiado bastante. La cerveza artesanal es de mucha más calidad, te das cuenta en los festivales como Expo Cerveza México, no importa qué tan grande o pequeña sea la cervecería.
Cuando no había ese compromiso, había mucha gente que entraba porque era la novedad, lo chido, no ponían atención en el producto, solo querían tener una cervecería sin entender lo que era una buena cerveza y esto daba mal nombre.
Por otro lado, a lo largo del crecimiento de las cervecerías, se salen las que no hicieron las cosas bien y se quedan las que sí lo están haciendo. También ha crecido la proveeduría, excepto del lúpulo. Por ejemplo, hace un par de semanas hicimos una colaboración entre Central Altiplano (maltería) y Cervecería Cholula, es la primera vez que usamos malta mexicana y nos sorprendió cómo ha mejorado su producto.
En cuanto al mercado, sigue creciendo poco a poco, todos estamos haciendo esfuerzos, hay más festivales, pero crece un poco más lento. Se está volviendo más consumo local, hemos visto crecimiento en nuestra región y estable fuera de la Baja, porque es difícil competir con las cervecerías locales en cuestión de precios.
DLB: ¿Dirías que están creciendo más las cervecerías que su mercado?
DM: Diría que siempre es una métrica a seguir, nosotros por el tema de la clausura y pandemia, en 2022 volvimos a un mercado muy distinto de lo que conocíamos en 2019, hay más opciones y creo que no hemos regresado al ritmo de producción que teníamos antes. El mercado crece, pero como hay más variedad, se está diluyendo.
DLB: ¿Qué los animó a seguir después de la clausura?
DM: Nos motiva la injusticia, luchar contra la corrupción y el abuso de poder. Antes de que nos cerraran habíamos crecido la marca, teníamos dos tanques por instalar, nos llegaron después de la clausura y los tuvimos que vender.
Todos los colaboradores merecíamos seguir trabajando, era lo único que estábamos pidiendo. Fue un golpe fuerte de inicio, pero a los meses nos motivamos, buscamos opciones, cervecerías, trabajamos muy bien y empezamos a distribuir otras cervezas, ya teníamos a 4 Grados (distribuidora) con toda la infraestructura y le empezamos a pegar por ese lado, nos fue bastante bien, ahora tenemos un portafolio más grande que nunca, traemos a Colima, Hércules, Morenos, Loba, Principia, Transpeninsular, Cardera, Baja Brewing y nosotros.
DLB: ¿Cómo defines la industria cervecera artesanal en México, es sólo un movimiento o va más allá?
DM: Es más que un movimiento, es una cultura, se han formado varias tradiciones como el Ensenada Beer Fest y cada vez conocemos gente nueva y nos reencontramos con amigos, es un movimiento, tradición, industria, hermandad, seguimos creciendo y se van sumando más: los que hacen soda artesanal, kombucha, seltzers, la artesanía se está mezclando y está bien porque al final del día hay más opciones y ahí vienen las cervezas sin alcohol. Antes la gente buscaba altos grados de alcohol y ahora van por algo más tomable, no quiere decir que una esté mejor que la otra, es cómo van cambiando las tendencias del paladar y nosotros nos vamos adaptando.
DLB: ¿Cómo defines a Insurgente dentro de la industria?
DM: Siempre tratando de empujar la innovación y la creatividad de nuestras cervezas, sin comprometer lo que tenemos establecido por años: las de línea.
Regresamos a producir en 2022 y fue muy difícil, apenas el año pasado empezamos a agarrar nuestro ritmo, el enfoque fue volver a lo que era Insurgente, creo que durante la pandemia y clausura la imagen fue afectada, en 2023 empezamos a jugar un poquito más con recetas y en 2024 podemos hablar de que vamos a empezar con el programas de barricas, a usar brett y a “lagerear”, empujando el lado creativo y mantener esa esencia de Insurgente en los tap rooms de buen ambiente, buena música, buenas instalaciones y buena cerveza.
DLB: ¿Cómo te imaginas que los mexicanos que no están consumiendo cerveza artesanal, pero sí industrial y otras bebidas alcohólicas, ven a las cervecerías artesanales?
DM: Proyectamos una cerveza de más alta calidad que la comercial, lo que a veces pasa y me han dicho, es que no todos tienen para poder tomar cinco artesanales, estás hablando de $300 o $400, depende dónde estés y no acostumbran estos lugares (tap rooms) porque no alcanza. No sé si algún día vaya a ser algo que cambie.
INSURGENTE EN NÚMEROS
DLB: ¿De cuánto es su capacidad instalada?
DM: 210 BBLs (24 mil 654 litros, aprox)
DLB: ¿Con qué cifra de producción cerraron en 2023?
DM: Casi llegándole a los 4 mil BBLs (469 mil 600 litros, aprox)
DLB: ¿Cuánto estiman aumentar ese año?
DM: No vemos incremento muy grande, tal vez un 15% respecto a 2023.
DLB: ¿Maquilan?
DM: A una marca, Cero Infinito (Tijuana), es una Blonde Ale y hacemos lotes pequeños.
DLB: ¿Qué porcentaje de su producción se queda en sus taps, otros puntos de consumo y retail?
DM: 50% se queda en la Baja (Tijuana, Ensenada, Mexicali, Rosarito, Valle de Guadalupe), 30% entre nacional y Europa y 20% en nuestros tap rooms.
DLB: De sus etiquetas, ¿cuál es su top 3 en ventas?
DM: Tiniebla (Witbier), Juan Cordero (Pale Ale) y Lupulosa (IPA).
DLB: Y hablando de envases, ¿qué presentación es la favorita?
DM: Posiblemente barril y eso por los taps, este movimiento está empujando a que movamos más cerveza en barril y todos preferimos eso.
DLB: ¿Cuál es el rango de edad de sus consumidores?
DM: De 35 a 40 años son los que más, pero tenemos desde 25 a 45 y también de 20-25, pero son nuevas generaciones que tal vez van por una o dos.
DLB: ¿Han pensado en estrategias para llegar a la nueva generación?
DM: Estrategias en los tap rooms es más fácil, les pones el ambiente, invitas a un DJ, organizas un evento de arte o yoga y te jalas a un mercado en particular, tal vez con la comida opciones veganas y vegetarianas, con más variedad.
¿BENDITOS TAP ROOMS?
DLB: ¿El tap room es su mejor opción para crecer el negocio?
DM: Sí, ese modelo lo habíamos establecido internamente años atrás y por eso abrimos en la Cacho (Tijuana) y en Guadalajara (Americana), pero no se puede hacer todo, nos dimos cuenta que estábamos descuidando un poco lo interno en la empresa por estar tratando de abrir varios puntos a la vez.
Primero estamos enfocados en reestructurar nuestra empresa internamente, se han dado algunos cambios, Diego (el cervecero) a partir de la siguiente semana ya no va a estar con nosotros, y junto con él otras personas, primero queremos estar bien como Insurgente y luego abrir más puntos de venta.
Porque también decir me voy a enfocar en abrir tap rooms es muy fácil, obviamente el flujo y la cobranza no son temas, pero es otra serie de problemas que muchos no consideran. Emplear a tantas personas últimamente ha sido un problema, primero que se presenten a la entrevista, después, cuando decides contratar a uno, no llega el día que se tiene que presentar y hemos tenido varias situaciones como esa. El tap room no es una solución perfecta, su operación es compleja entre inventarios, personal, limpieza. No es más fácil, es más rentable.
LO QUE VIENE
DLB: ¿Cuáles son sus planes para este año?
DM: Nos vamos a seguir enfocando en los tap rooms, son tres en Tijuana, uno en Guadalajara y andamos viendo dónde más abrir, incluyendo Tijuana, pero en otra sección.
En empaquetado y distribución estamos viendo crecer en otros mercados como Monterrey y entrar a otras tiendas de autoservicio, también hemos visto un incremento en lo que estamos exportando a Dinamarca y Suiza, ese mercado va creciendo.
DLB: ¿En qué otras ciudades han visto posibilidad de abrir tap este año?
DM: No tenemos una ciudad en el radar, pero siempre han estado Ciudad de México, Hermosillo y Mexicali, estamos tratando de incrementar nuestra presencia en ésta última, es buen mercado, hay buena cerveza y muy buenos consumidores.
DLB: ¿Cuándo comenzaron a mandar a Dinamarca y Suiza y porqué a estos países?
DM: En 2017 y ellos nos eligieron a nosotros, nos contactaron y así sucedió con Panamá, pero ese mercado se saturó de cerveza artesanal y dejamos de mandar. A Dinamarca y Suiza empezamos mandando muy poquita cerveza y en el último envío de diciembre fueron cinco tarimas con las de línea, la que más se mueve es Juan Cordero. ‘Llama’ un restaurante en Copenhague que es de comida latina, se llevan todos los barriles que mandamos de la Pale Ale.
DLB: ¿Van a agregar equipo?
DM: Tal vez no más equipo, pero si un estilo nuevo, posiblemente sea una Pilsner. En un viaje que me aventé antes de la pandemia a Praga me quedé bien clavado con la cerveza de allá, creo que hablo por todos en la producción, nos cansamos de estar haciendo lo mismo, puras cervezas con lúpulo y a veces quieres algo más sencillo, pero bueno. Tenemos una que vamos a sacar el siguiente mes.
DLB: ¿Cheve sin alcohol?
DM: Sí, lo tenemos en mente. Me he encontrado en situaciones en donde quieres seguir estando y… (risas), seguir socializando con un trago en la mano, la opción sin alcohol si la veo, además es saludable y te permite estar en una cervecería, creo que la gente eventualmente podría apreciar una cerveza que sepa a cerveza, pero sin alcohol. También puede haber otras opciones como soda y agua de lúpulo.
DLB: ¿Cómo les va en su tap room de Guadalajara?
DM: Está mejorando, abrimos en mayo o junio de 2023 y estuvo lento, tuvimos que hacer unos ajustes, incluyendo el precio, el mercado es difícil, el clima, competir con Fortuna, Loba, es algo difícil, pero ahí vamos y se está aclientando, estamos haciendo eventos todas las semanas de música, pláticas, es Insurgente con el twist de la Americana. Vamos a participar en un festival y en todo lo que sea de cerveza artesanal, para impulsar la marca.
EN CASA
DLB: ¿Tijuana sigue teniendo potencial para colocarse como la capital de la cerveza?
DM: Somos bastantes cervecerías en Tijuana y andamos por todos lados, a veces ni nos ponemos de acuerdo, pero creo que sí, estamos nosotros, Madueño, Border Psycho, Kaminari que sigue ganando premios, Baja Brewing que no es de aquí (pero produce en Tijuana), pero sí de Baja, tenemos con qué, igual que Ensenada y Mexicali, tal vez si me preguntas la capital lo veo más como Baja, está más fácil. No estoy diciendo que Colima, Morenos, Hércules, no tengan buena cerveza, pero ya como región creo que Baja.
DLB: ¿Dirías que la reforma la Ley de Alcoholes les puso las cosas más fáciles a los artesanales o qué retos enfrentan ahora?
DM: Seguimos enfrentando retos, dicen que sí ante los medios pero a la hora de la hora no te dan el permiso y cada vez te ponen más barreras, a veces salen con reglas y requisitos absurdos y a parte de eso no te entregan los permisos.
*Imágenes cortesía de Insurgente