Ciudad de México, Noviembre 17- “Se trabaja con lo que hay, no con lo que se necesita”, es la frase que más escucharán decir a Carlos Navarro, mejor conocido como Charlie Kaminari, un cervecero que a base de trabajo y pasión levantó su cervecería en Tijuana.
El nombre Kaminari está compuesto por las iniciales de Karla, hija menor de Charlie, Aaron, su hijo mayor, Marlen, su esposa, Iara, su segunda hija, Navarro, apellido de Charlie y Rico, apellido de su esposa.
Hace 37 años nació en Tijuana y durante su vida laboral hizo un poco de todo. En 2011 Charlie administraba cafeterías de preparatoria, pero una noche todo cambió mientras miraba Discovery Chanel.
Se trataba del programa ‘Brew Masters’ de Dogfish Head, “fue cuando descubrí que se podía vivir de hacer cerveza”. En ese momento Charlie no imaginaba todas las implicaciones de la decisión que años después tomaría.
Por motivos de trabajo se mudó a La Paz y tardó un año en volver a Tijuana, en donde consiguió trabajo en el comedor de una preparatoria en la zona de Playas, ahí enseñaban a los estudiantes de sexto a producir cerveza y se enteró que en la ciudad existía una tienda de insumos para fabricarla: Funes Shop.
Tras esa experiencia, Charlie pasó ocho meses sumergido en literatura sobre cerveza casera antes de hacer su primer lote. YouTube, podcast, libros y foros, fueron algunas de sus fuentes más consultadas.
Su primer tropiezo fue el idioma, ya que no dominaba el inglés y la mayoría de los materiales no estaban traducidos.
En 2013 hizo su primer batch, usando el kit para preparar cerveza de Funes. La cajita contenía la receta de una Pale Ale con sus respectivas instrucciones. Y así elaboró otros dos lotes.
Hacer sus propias recetas fue un desastre, por lo que decidió clonar algunas y ajustarlas. Charlie no estaba familiarizado con las maltas, por lo que el resultado tampoco fue bueno.
En la preparatoria también se enteró que en Tijuana había un club de homebrewers y les envió un correo para asistir a sus juntas, “fue cuando realmente despegué como cervecero casero”, considera Charlie.
La crítica y retroalimentación de productores de cervecerías como Insurgente, Lúdica y Paralelo 28, fueron cruciales en su camino.
Charlie comenzó a colocar su cerveza en Paralelo 28 y entró a trabajar en La Embajada Bar, en donde también vendió barriles. Recibió buenos comentarios y supo que era momento de ir en serio.
El propietario de La Embajada Bar se interesó en comprar equipo y colocó a Charlie como cervecero a cargo, “ya me pagaban por hacer cerveza”. Así nace Cervecería Santo Grial, una Pale Ale y una IPA fueron las primeras cervezas con las que ganó un par de medallas de plata en el Ensenada Beer Fest.
La vida puso a prueba a Charlie, el dueño de La Embajada fue asesinado justo cuando Santo Grial iniciaba el despegue en la escena cervecera local.
Varios interesados en invertir en la cervecería se le acercaron, pero fue hasta que conoció a Daniela Becerril que decidieron ponerla en marcha. Así es como en julio de 2016 nace Kaminari Brewing.
Al comienzo las jornadas de trabajo de Charlie iniciaban temprano y se prolongaban hasta las primeras horas del siguiente día, especialmente cuando hacía cerveza para competencias o eventos especiales. Estaba solo en una cocina improvisada, pero sabía que no era momento de rendirse.
En agosto del año pasado abrió su Tap Room en Plaza Fiesta y este año una barra en el Colectivo La 20, ya cuenta con asistentes y su cocina está creciendo.
Sin duda, una de las mayores recompensas de Charlie este año fueron las tres medallas que obtuvo en Copa Cerveza MX: Oro para “Zague” (Gose Pepino) y dos platas para “Anubis Breakfast” (Imperial Stout) y Gose Mojito.
“Tenemos confianza en nuestro producto y en la gente que sigue el movimiento. Esto no lo va a parar nadie”, afirma Kaminari.
*Imágenes: Lupulina