Chihuahua, Chihuahua, diciembre 2019- En 2014 Octavio Alvarado y su familia comenzaron a soñar con tener una cervecería, idea que hicieron realidad hace apenas seis meses en Chihuahua. Pero la historia de Motor comenzó años atrás, con un intenso sabor a malta.
Tavo conoció la cerveza artesanal en 2008 durante sus viajes de trabajo a Detroit, “entonces no había cerveza artesanal en Chihuahua, cada vuelta a El Paso Texas compraba Sierra Nevada Pale Ale, esa fue la que me metió en este mundo”.
En 2011 compró su primer kit en Fermentando y su propietario, José Ruiz, le dio los primeros consejos para cocinar. En 2014 la empresa para la que trabaja lo transfirió a su corporativo en Michigan, Tavo y su familia pasaron los siguientes cuatro años viviendo en Detroit, la ciudad más poblada de ese estado de EU, en donde su aprendizaje en cerveza continuó con Denis Fleming, homebrewer con 30 años de experiencia y uno de los primeros integrantes del panel de jueces en Copa Cerveza México.
“Cuando nos movimos a Michigan en 2014 la industria de allá nos abrazó, allí me metí a todo, hacía cerveza en la pequeña cocina de nuestro depa (20 lts), fui a cursos a Siebel, al Canadian Malting Tech Center (CMBTC), a brew camps, hacía cerveza con hombrewers y me la pasaba estudiando todo los días, mi esposa decía que era bien ñoño. Durante los últimos 4 años solo he leído libros de cerveza, esto es algo que me apasiona y me hace feliz”.
Cuenta Tavo que al principio la idea era poner una maltera y es que durante año y medio trabajó de ayudante en Motor City Malt House y en el CMBTC aprendió más sobre malteo.
“Cuando vimos que era muy difícil la situación para malta en México, volvimos a pensar en la cervecería”, refiere.
Inspirado por las historias de cerveceros americanos como Ken Grossman de Sierra Nevada y Shaun Hill de Hill Farmstead Brewery, Tavo y su esposa Athaly conocieron un gran número de cervecerías en Michigan y se mezclaron en ese ambiente, entonces quisieron compartir su pasión por la cerveza con su gente y ayudar a crecer el movimiento en Chihuahua, a través de un proyecto familiar.
El regreso a Chihuahua
En 2018 Tavo fue transferido nuevamente a casa, en donde pasó el verano reencontrándose con su antigua vida y descubrió que la ciudad se encontraba en crecimiento acelerado.
“Fue encontrarnos con amigos y familia, allí nos volvió el sentimiento de regresar, por otra parte, queríamos transmitir nuestras experiencias y las vivencias que habíamos tenido en Michigan y otros lugares, queríamos y queremos que la gente se enamore de este ambiente cervecero, de que puede combinarse y disfrutarse en familia, que todo esto sea una experiencia para el consumidor”, sostiene.
En Motor, Tavo y Athaly son socios, mientras él se encarga de cocinar, hacer starters, diseñar recetas, embarrilar y embotellar, ella se dedica al conteo y salud de levaduras, “somos una Mom & Pop Brewery, tratamos de mantenernos juntos lo más posible”.
El nombre de la cervecería es un tributo a la Motor City y a Detroit, en donde creció su sueño cervecero, Tavo y su familia se volvieron más fuertes y fueron felices.
Motor tienen un equipo de 1.5 BBLs, con el que produce 300 litros por mes. Hizo su debut oficial en mayo de este año, en el Tour Cervecero de Chihuahua y tiene tres estilos de línea: Citroit (American Pale Ale), Musho Verano (Blonde Ale) y Flaca Flaca (American Wheat). De temporada produce Ofrenda (Barley Wine), Condesa (American Porter), sólo para festivales Hoppy Ending (American IPA) y perfecciona la receta de una Mexican Lager.
En 2018 se inscribieron a la competencia amateur de Copa Cerveza MX, en la que ganaron oro con Citroit y bronce con Musho Verano y en octubre de este año, Motor hizo su primera participación en la competencia profesional, en donde ganó medalla de oro con Citroit y plata copa con Ofrenda, que superó a Nox Arcana de Fauna en la categoría de cervezas de alta graduación.
“Es el premio a todo nuestro esfuerzo, a tanto soñar, siempre quisimos estar allí, nos preguntábamos qué se sentiría, nos da mucho gusto el poner a Chihuahua en el mapa, y que a pesar de este poco tiempo de existir se reconozca la calidad de nuestras cervezas”, comenta.
En los planes de Motor está aumentar su capacidad de producción, para llegar a más estados del país.
“Queremos hacer feliz a la gente con nuestras cheves, seguir siendo nosotros, mantener esa ilusión que nos trajo de vuelta y reflejarlo en cada una de nuestras cervezas. Hemos trabajado mucho para esto y ahora el compromiso es mayor, el consumidor espera más y mejor cerveza y eso nos emociona”, afirma Tavo.
*Imágenes cortesía de Motor Cervecería