Ciudad de México, 09 de abril, 2024- Este jueves los cebaderos de México iniciarán las negociaciones con las cerveceras para acordar la producción y precio por tonelada de la cebada este año, mismos que buscarán defender y volverán a poner sobre la mesa su propuesta de precio diferenciado para la de 2 y 6 carreras.
Ricardo Canales del Razo, presidente del Sistema Producto Nacional de Cebada, dijo en entrevista con Desde la Barra que en 2023 las cerveceras redujeron en 20 mil hectáreas la superficie de compra, con respecto a 2022, debido a que ambas han comenzado a importar malta que se autocompran de la producción que tienen en otros países.
Cabe mencionar que en México se siembran entre 280 mil y 300 mil hectáreas de cebada en Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Chihuahua y Oaxaca, y existen entre 40 y 50 mil productores.
“Las cerveceras son enormes, dominan el mercado nacional y es la segunda actividad agroempresarial de exportación de México, no le vemos lógica, si están creciendo nosotros deberíamos estar pensando dónde siembro más, voy a comprar otro tractor, pero en lugar de eso cada año peleamos porque nos quieren reducir superficie, están importando por el tema del precio”, señaló Canales.
El año pasado los cebaderos lograron negociar un precio de venta de $8,750 por tonelada, la cifra más alta en su historia y se colocaron como el grano mejor pagado de México, para 2024 el precio que buscan fijar podría rondar los $8,900 por tonelada.
En 2022 el precio fue de 8 mil 500 por tonelada, mismo que las cerveceras quisieron bajar en 2023, lo que llevó a los cebaderos a tomar las instalaciones de Grupo Modelo en Apan, y consiguieron dejarlo en 8 mil 750, “logramos que respetaran nuestra metodología y es lo que queremos defender”.
La primera reunión se llevará a cabo este jueves en las instalaciones de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, y será con representantes de Heineken México, estarán presentes 9 presidentes estatales de los cebaderos. Las negociaciones deben concluir antes de que inicie el periodo de siembra de la temporada primavera-verano, fijado entre mayo y junio.
Grandes cerveceras también dominan el campo mexicano
No sólo el mercado les pertenece, durante más de 50 años las cerveceras han impuesto sus condiciones en la producción de cebada en México, desde la variedad que se siembra, hasta el precio por tonelada, acaparando casi el total de lo que se produce.
Debido a ello, en 2016 los cebaderos denunciaron ante Cofece que Impulsora Agrícola (IASA), de la que eran propietarios Modelo y Cuauhtémoc, vendía casi en exclusiva la semilla y compraba el grano a los agricultores, además de que condicionaba la compra de grano a la venta de semilla y controlaba el destino de los excedentes de los productores. La comisión decidió cerrar la investigación en junio de 2017, debido a que IASA dejó de operar.
“Durante más de 50 años nos impusieron el precio, pero cada vez teníamos más información y nos podíamos defender mejor, nos dimos cuenta que nos engañaban, porque nos amenazaban diciendo que si no les vendíamos se iban a comprarle a otros, lo que era mentira porque casi toda la cebada del mundo se siembra bajo contrato, no pasa como con otros granos”, detalló Canales.
Durante 12 años el precio de referencia de la cebada mexicana fue el de los trigueros de Chicago, sin considerar información como sus costos de producción, después de la denuncia ante Cofece los productores lograron que las negociaciones, que ahora llevan a cabo con cada una de las cerveceras, se realicen directamente con el Sistema Producto Cebada, y no con cada cebadero, esto con el objetivo de conseguir mejores precios, sin embargo, el año pasado Heineken logró imponer el precio en el Bajío (7 mil 180, cuando el nacional fue de 8 mil 750).
“No estamos de acuerdo que en Chihuahua les paguen 220 dólares por tonelada (3 mil 600 pesos), o que en Oaxaca y Durango les estén pagando también un precio inferior, o que en Zacatecas de pronto ya no les den para superficie de sembrar o no les admitan las recibas, son empresas trasnacionales muy fuertes que quieren imponer sus reglas”, sostuvo.
Lo que detonó la denuncia ante Cofece, fue el argumento de las cerveceras de que la cebada mexicana producía 80% menos de extracto maltero, con lo que lograron restarle 20% al precio, cuando los cebaderos hicieron su investigación descubrieron que únicamente la de temporal produce 6% menos, no así de la de riego, datos que Impulsora Agrícola ya conocía.
“Por eso llegamos a Cofece, nos habían engañado, ellos se sorprendieron que una empresa nos fijara el precio”, recordó.
Además del precio, durante 25 años en el campo mexicano sólo se sembró la variedad Esmeralda, ya que al tratarse de un cultivo por contrato, las cerveceras a través de IASA debían proporcionarla, y al menos una nueva variedad cada 3 o 5 años, lo que no ocurrió hasta 2017.
“Si quieres sembrar cebada en México puedes hacerlo, pero si quieres conseguir certificada no hay, las únicas que la venden son las cervecerías, para ello debes ser su cliente. Una variedad que llevas 25 años sembrándose, se enferma, pierde su vigor, no rinde lo mismo, eso alegábamos. Esmeralda era la variedad que trabajaban en sistemas de temporal y de riego, porque les daba la calidad o sabor para su cerveza”, indicó.
Sin embargo, para los productores no era benéfico, ya que una nueva variedad podía producir hasta 6 veces más toneladas, mientras que Esmeralda llegaba a máximo 2.5. Cuando Cofece cerró la investigación, Modelo y Heineken liberaron la variedad Doña Josefa que empezó a dar entre 5 y 6 toneladas, así como Adabella, Armida y Alina.
“La Esmeralda ya tiene la declaratoria del dominio público, debido a los años que lleva en el mercado, lo asombroso fue que Josefa al siguiente año que se comenzó a sembrar ya era del dominio público (ya la tenían, pero no la liberaban para su venta), pudimos haber producido lo doble durante muchos años”, expuso.
En México se produce cebada de 2 y 6 carreras, de ésta última las variedades son Esmeralda y Josefa, mientras que de la primera (que produce más extracto maltero), cada cervecera tiene al menos 5 variedades entre ellas Brunela, Voyaguer y Brenus.
Las nuevas tienen mejor rendimiento, sin embargo, requieren hasta un mes más en el campo, y son los productores quienes deben asumir los riesgos por heladas, granizadas o lluvias torrenciales, es por ello que cada año solicitan un precio diferenciado, lo que sólo se les concedió en una ocasión.
Por otro lado, Canales comentó que debido al cambio climático, algunos productores decidieron dejar su actividad, y aunque en las bases de datos del gobierno figuran cerca de 200 mil, muchos rentan sus tierras.
Cebada mexicana para los artesanales
Los cebaderos están interesados en formar una alianza con los cerveceros artesanales, para la siembra de variedades específicas y realizar el malteo en conjunto.
“Queremos empezar a generar un nicho, un tipo de asociación con cerveceros, sembrarles las variedades que necesiten, tenemos 9 estados y todas las variedades, todos los climas, zona de riego, temporal, zonas altas y bajas, podemos sembrar una variedad específica para una cerveza específica”, comentó.
*Imágenes vía web