“Como homebrewer quieres que la retro te ayude a mejorar tu proceso, que sea acorde a lo que estás mandando y que si vas a ganar algo, no sea un PDF»
Ciudad de México, 07 de marzo, 2024- El 2022 fue su año, los números no mienten: 32 competencias y 26 medallas, casi la mitad de oro. Se llama Roxy García, es de Tijuana, le gustan los tacos de birria y la cheve, pero cuando se trata de cocinarla en casa, dice que realmente se te tiene que antojar porque no es fácil ni barato, y requiere de mucha paciencia.
Para Roxy el homebrew no se vende, se comparte y no son mujeres haciendo cerveza, son cerveceras. Empezó a involucrarse en cocinadas en 2019, ayudándole a su novio y en diciembre de ese año hizo su primera cheve, una Doble IPA que tuvo que repetir porque se oxidó durante la transferencia.
La inscribió a SheBrew, competencia que se realiza en Portland, y ganó medalla de oro. Ese triunfo le mostró el camino que la llevó a convertirse en la cervecera casera más ganadora de México en 2022, y se llevó en dos ocasiones (2020 y 2022) el premio al homebrewer del año del Tijuana Homebrew Club.
“Dije: ‘si puedo hacer una cheve que esté tomable, además participo en competencias y puedo ganar’, eso me motivó a cocinar más cerveza”, sostuvo en entrevista con Desde la Barra.
Su calendario se llenó de anotaciones, sus días de cocinadas y sus gastos se dispararon entre insumos, botellas, registros y envíos. En las 32 competencias que seleccionó de México y Estados Unidos, participó con un promedio de 76 entradas.
La recompensa llegó en plan grande: 26 medallas, de las que 11 fueron de oro, 10 de plata y 5 de bronce. Sus cervezas con más metales son: Vienna, Pumpkin, Stout y Cream Ale. Inició cocinando en un equipo de 15 galones y hace un par de años se pasó a uno de 10, en el que elabora las cervezas que le gustan, las que se le antoja probar, o las que nunca ha intentado.
Después de elegir el estilo, busca una receta, ajusta los ingredientes y programa el día, “es un trabajo para el que tienes que prepararte”. Y si hay un paso que para Roxy nunca debe fallar, es la limpieza.
“Cocinar es de todo el día, desde en la mañana hasta que termines de limpiar todo. De lo que debes preocuparte siempre es de tener tu equipo limpio y sanitizado, porque le das 5 o 6 horas de tu día a un proceso que va a tardar un mes, para que se te infecte porque se te olvidó echar Star San a tal cosa, es de lo primero que tienes que aprender”, señala.
Roxy decidió hacer una pausa, lleva casi un año sin cocinar, pero ya está lista para regresar con su primera receta de 2024.
“Me tomé un descanso de tanta competencia a la que entré y también para recuperarme económicamente, porque no sale barato enviar. Es un hobby, no es un trabajo, no me está dando nada y se te tiene que antojar hacer cheve, obviamente no todas salen al 100, me han tocado batches que tengo que tirar y te duele, una vez se congeló un barril porque olvidé meterle el regulador de temperatura y el día que la iba a embotellar no salía”, refirió.
DLB: ¿Has pensando en vender?
RG: No, tendría que hacerme profesional, para mí el homebrew no se vende es un hobby y hasta ahí, lo llevas como tú quieras: intercambio, competencias, para tu casa, para presumir, pero no para vender.
Es mucha la diferencia entre un cervecero profesional y un homebrewer en cuanto a equipo, dinero, tienes que hacer cheves que a la gente le gustan para que te las consuma, y como casero tengo que hacer las que me gustan para que la consuma yo y mis compas, me gusta mucho hacer cheve para compartir.
DLB: ¿Alguna cervecería te ha ofrecido trabajo?
RG: Una vez, pero es un trabajo muy pesado y no es muy bien pagado. La verdad es que yo traía la idea y les dije, pero lo pensé bien y mejor no, con una vez que hagas cheve en una cervecería te das cuenta que es muy pesado. Colaboraciones sí.
DLB: ¿A qué le atribuyes que en México veamos cada vez más mujeres en otras áreas de la industria cervecera, pero no de la misma forma en producción?
RG: Diría que al apoyo y a que te crean que haces cheves. Al principio me llegó a pasar que cuando estaba ganando medallas, le preguntaron a mi novio si estaba haciendo las cheves por mí, y es algo que como morra si te pega al ego y dices no quiero hacer, no me creen. Sí estoy haciendo mi cerveza y no tengo que probarle nada a nadie. Estoy en 2 clubes: Tijuana Homebrew Club y SoCal Cerveceros Caseros de Los Ángeles, éste último es muy diverso, inclusivo y no te ven como morra, te ven como cervecera, hay mujeres que no sólo hacen cerveza como homebrewers, ya trabajan en cervecerías y hay que gente va con ellas porque saben que dan buenos tips.
A veces te da miedo hacer las cosas y no preguntas por vergüenza, somos varias las que nos juntamos, algunas del club y otras de fuera, nos mandamos videos de procesos, tenemos dudas y nos preguntamos, es tener la confianza y aventarte, no hacer casos a las burlas.
DLB: En el ámbito casero, ¿a quién admiras?
RG: Michele Wonder, Julia Herz, Jen Blair, todas las SoCal Cerveceras, son las personas que me han inspirado y que promueven la participación de mujeres en el homebrew, en competencias, como jueces, o solo para cocinar cheve de manera inclusiva.
“Compito por medallas, no por un PDF”
De las 32 copas en las que participó, estima que sólo la mitad de la retroalimentación de los jueces le ayudó a mejorar sus cervezas, por lo que este año planea ser más selectiva.
“Como homebrewer quieres la retro te ayude a mejorar tu proceso, que sea acorde a lo que estás mandando y que si vas a ganar algo, no sea un PDF. SheBrew es muy interesante porque las retros son exactas a lo que más o menos sabes que va tu cheve, pero me han tocado otras en las que la persona no sabe de lo que está hablando, una vez mandé una cheve con blueberry, estaba especificado, y me ponían que casi no sabía a fresa, son detalles que vas viendo y dices no vuelvo a entrar”, indicó.
Roxy tiene en la mira la National Homebrew Competition (NHC) organizada por la American Homebrewers Association (AHA), se realiza desde 1979 y el año pasado se registraron 162 mil 710 entradas. Este año se realiza del 11 al 15 de junio, en Chicago. En el caso de las nacionales, destacó Aro Rojo y la Copa del Desierto, ésta última al ser ProAm les da la oportunidad de medirse con los profesionales.
“En copas mexicanas no me gusta que no te de den medallas, las competencias no son baratas como para no invertirle, las medallas de Aro Rojo están super bonitas, y las del club (THC) que siempre mandan a hacer”, comentó.
*Imágenes cortesía de Roxy García