“Cada año es como el primero de Buclas, es un reto, hay cosas nuevas, sentimientos nuevos, estamos creciendo y eso es una inyección de energía, siempre hay cosas inesperadas, pero eso nos mantiene fuertes y enfocados”
Fernando Espitia, fundador de Buclas
Ciudad de México, 04 de junio, 2024-Inspirada en los pioneros de la cerveza artesanal en México, la vida tranquila de la Riviera Nayarit y el amor por los recuerdos de la infancia en la casa de los abuelos, surge Buclas, una cervecería que comparte y promueve la pasión por la cerveza en la costa del Pacífico.
Ubicada en Bucerías, localidad de Nayarit al centro del municipio de Bahía de Banderas, es conocida entre la gente local como Buclas. Su nombre significa “lugar de buzos” y posee una de las playas más bonitas de la zona, de arenas doradas y aguas cristalinas, y desde 2017 tiene su propia marca de cerveza.
Fundada por Fernando Espitia, abogado de profesión y cervecero de corazón, Buclas se distingue por elaborar estilos generosos al paladar y refrescantes, que busca acompañar con la gastronomía local, uno de los principales atractivos de la región.
En este lugar de clima tropical y cielos despejados, se vivió uno de los capítulos más emocionantes para la industria cervecera independiente, cuando a finales de 2022 se aprobó la ley que regula la actividad de los cerveceros artesanales en Nayarit, y Buclas fue clave para conseguirlo.
“Buclas es un pionero más, un promotor de la pasión de muchos. En la industria hay grandes y pequeños, pero todo inicia con el sueño de un proyecto con un buen producto y lo hacemos con mucho orgullo y pasión. Bienvenidos todos al mundo de la cerveza artesanal, una industria de muchos amigos, en la que se necesita preparación constante y mantenerse con los pies en la tierra”, afirma Fernando.
Un buzo en busca de cerveza
Si se lo hubieran dicho, jamás lo hubiera creído. La casa donde creció Fernando se convirtió en su cervecería y ahora tap room. Creció en Bucerías junto al mar y viendo a los buzos sumergirse en busca de ostiones, tiempo después se fue a California, en donde cursó la preparatoria y regresó a México para estudiar leyes.
“Muchos empezaron en la cochera, yo lo hice en la cocina de mi abuela, en la casa donde crecí. Mis padres y mis abuelos están orgullosos de lo que se ha logrado, pero al igual que yo jamás se lo hubieran imaginado, que de estudiar leyes pasara a hablar de microbiología, fermentaciones y enzimas”, comenta.
Durante su época de universitario trabajó en un restaurante como bar tender y mesero, experiencia que avivó su idea de emprender, no sabía con claridad de que se trataría su proyecto hasta que su hermano que seguía viviendo en California, le dio la respuesta.
“Él tenía un blog de cerveza y se la pasaba probando y conociendo estilos, me invitó a experimentar sabores que son inigualables”, recuerda.
Fue así como junto a un amigo de la infancia, Fernando eligió abrir una cervecería artesanal, “recuerdo una entrevista que leí de Primus en la que les preguntaban que si hubieran sabido cómo era esto se hubieran metido, y dijeron que no, pero los vi muy sonrientes y vi sus tanques. Fui inspirado por esas personas de la industria que han seguido peleando, defendiendo, por eso desde nuestra trinchera tratamos de aportar al trabajo de muchos”.
Visitó cervecerías en Baja California y conoció más sobre la escena en México a través de marcas como Minerva y Allende, “no tenía ni idea de la sangre, sudor y lágrimas que esto significa, pero tenía la intención de crear un proyecto, cuando me metí al IMPI vi que Bucerías ya estaba registrado en cerveza artesanal, Sayulita, Punta de Mita, prácticamente todas las playas ya estaban registradas por gente de otras ciudades, no había una marca en la ciudad y sacamos la primera, al estar en la franja turística el visitante extranjero reconoce y pide la cerveza artesanal, eso es lo que ha llevado a los hoteles y restaurantes a pedirla”.
Cuando surgió la marca generó asombro entre los locales que se enfrentaban a la idea de que alguien pudiera elaborar su propia cerveza, sin ser una empresa macro “¿cómo le agregas el alcohol? y ¿cómo haces el gas?, fueron las preguntas que Fernando más escuchó.
Buclas, la marca con la imagen del buzo que cambió los ostiones por cerveza, salió al mercado con 2 estilos: Pale Ale y Witbier, fermentando en garrafones, después cocinando en ollas de 100 litros, un cuarto frío y fermentadores de 1 BBL, llegó a tener 6 de esa capacidad y le sumaron uno de 3.5 BBLs, actualmente cuenta con unitanque de 10 BBLs y acaban de recibir macerador de 5 BBLs.
A su línea de cervezas añadió Session IPA y Stout (ganadora de medalla de bronce en Chilanga Beer Cup y medalla de plata en el Abierto Mexicano de Cerveza), y gracias al tap en el que cuentan con 8 líneas, pueden cocinar prácticamente todo lo que se les ocurra, aunque su Pale Ale es la más vendida, Hazy IPA ha ganado popularidad junto a estilos como Lager, Viena, Pilsner y otros estilos de IPAs. También ofrecen cervezas invitadas de Nayarit y Puerto Vallarta.
Las pintas van desde los $70 y cuentan con horarios de 2×1, aunque son los turistas de Estados Unidos y Canadá sus principales clientes, Buclas ya es reconocida entre los locales al ser una opción disponible para visitar todo el año.
“El movimiento en la zona se maneja por temporadas: de octubre a abril es temporada de canadienses y americanos, de mayo a octubre cierra la mitad de restaurantes, pero nosotros decidimos no hacerlo para ser realmente una opción local, con una oferta gastronómica que resalte los sabores de nuestra región”, expuso.
El 50% de su producción se despacha directo de barril y la otra mitad se embotella y distribuye en establecimientos de Nayarit, Puerto Vallarta y en ocasiones Guadalajara. En Nayarit hay entre 6 y 8 cervecerías, pero no todos embotellan y hacen distribución.
Para Fernando son los mitos y las malas experiencias en torno a las artesanales, dos de las principales barreras para atraer nuevos consumidores, “el principal mito es que muchos piensan que la cerveza artesanal es muy fuerte, y cuando prueban los estilos ligeros dicen esto sí sabe a cerveza, creo que el costo no es una barrera cuando tienes una cervecería local y ofreces promociones”.
DLB: ¿En estos momentos dirías que Buclas ya es negocio?
FA: Es difícil. Uno se apasiona con estos proyectos, hay muchos obstáculos en el tema fiscal, cuando estás creciendo poco a poco no puedes ver un negocio, es inversión y es gratificante ver que un garrafón ahora es unitanque y ahora con el tap ver que nuestros clientes puedan probar la cerveza fresca.
La pandemia y los 50 Kiosko
Diversificar sus canales de venta, fue la lección que les dejó la pandemia, a la que lograron sobrevivir por un llamado para abastecer a 50 establecimientos de la cadena Kiosko, luego del desabasto de las marcas de Grupo Modelo, “en dos días entramos como a 50 tiendas, trabajamos con ellos poco más de un mes y eso nos ayudó mucho, ahí te das una idea de porqué los grandes siguen siendo más grandes”.
Primero lo legal
El tema legal en la producción de cerveza siempre resonó fuerte en Fernando, quien se dio a la tarea de investigar lo que había ocurrido en entidades como Baja California, Chihuahua y Nuevo León, y junto con un colega de Tepic iniciaron las gestiones para conseguir que se aprobara una ley a la medida de su actividad, misma que además benefició a otras bebidas artesanales.
En 2022 la diputada Nadia Bernal les abrió camino en el Congreso local, ante el que presentaron estadísticas y casos de éxito de la industria cervecera, así como sus propios proyectos con mucha identidad nayarita.
“Iniciamos la lucha, nos reunimos en el Congreso, varios hicimos presentaciones para hacerles ver porqué era importante, que no había certidumbre y que estábamos en la sombra, que vieran que esto no era ilegal, que era una industria con historia”, recuerda.
La intención de los productores, era contar con una ley que les permitiera hacer crecer la industria cervecera en México, en lugar de cerrar puertas a quienes más adelante desearan invertir. Cuatro meses después, los diputados aprobaron la ley que además de microcervecerías, incluyó salas de degustación y venta con o sin alimentos, boutique de cerveza artesanal y agregaron giros para productores de bebidas artesanales en general.
“Vivo muy cerca de Puerto Vallarta en donde hay tap rooms operando, pero me interesaba quedarme en mi ciudad y sobretodo promoverla cultura cervecera”, comenta Fernando.
El futuro de Buclas
“El futuro para Buclas es seguir aprendiendo sobre la cerveza, aumentar la capacidad de producción, incremente los canales de distribución, alcanzar la estabilidad con crecimiento orgánico, lentos pero seguros, el trabajo en una cervecería pequeña con tap en cansado, retador y sacrificado, busco tener una operación cada vez con menos esfuerzo físico y mayor automatización”, sostiene Fernando.
*Imágenes cortesía de Buclas
