Ciudad de México, 07 de marzo, 2019.- ‘Esa cerveza que estás tomando la hice yo’, dice una mujer ante la mirada incrédula de un hombre que bebe en la barra del bar. Ella se retira con la frente en alto y él continúa disfrutando su bebida.
Dos de las doce cervezas del tap list fueron elaboradas por una mujer, en cinco de esas cervecerías hay al menos una chica laborando en áreas como laboratorio, ventas, distribución, administración y marketing. Y esta historia también la escribe una mujer.
Aunque la presencia femenina en la industria cervecera crece, la figura masculina domina la escena y es el reto que enfrentan las mujeres que desean ponerse las botas, cocinar y que su trabajo sea reconocido una vez más.
Y es que desde el origen de los tiempos hay indicios de la presencia de cerveceras. En la civilización Sumeria, la más antigua, eran muy respetadas e incluso veneraban a Ninkasi, la diosa de la cerveza. En Babilonia eran propietarias de negocios, vendían cerveza y fueron alentadas a trabajar como cerveceras profesionales.
El gusto por esta bebida llegó a Egipto, en donde la adoración a diosas cerveceras continuó, así como la elaboración de manera casera, ¡ellas fueron las primeras homebrewers!, hasta que la producción de cerveza creció y pasó a manos de varones.
Aún durante la Edad Media hacer cerveza era cosa de mujeres. Luego la iglesia las acusó de brujería y cocinarla se convirtió en tarea de monjes.
Pero fueron ellas las que mantuvieron viva la tradición. Durante la Ley Seca, por ejemplo, siguieron haciendo cerveza en casa.
Como verán el camino no ha sido fácil, pero nada está escrito. No existen leyes que contradigan su presencia, más bien se trata de costumbres.
Las cerveceras profesionales están de regreso, no en avalancha, pero cada vez hay más. “Solo falta que se animen”, dice Luis Héctor Valdez, gerente sensorial para las Américas de Flavoractiv, juez BJCP y admirador del trabajo de las féminas en la industria moderna.
Para Juan Francisco Maqueda de Tiny Bastards (Guadalajara), hacer cerveza no es cuestión de género, sino de pasión. Asegura que la principal herramienta de las mujeres es el conocimiento, “A la mujer le toca ponerse más fuerte, esto se hace con conocimiento, es el arma perfecta para entrar a una industria donde su mayoría son hombres”.
Asociaciones internacionales como Pink Boots Society destinan buena parte de sus recursos y esfuerzos a la formación profesional de sus agremiadas, no sólo en la producción, también como sommerliers y en el marketing.
Y es que el olfato y paladar de las mujeres son finos. Luis Valdez señala que biológicamente el sexo femenino tiene una mejor sensibilidad para detectar sabores que los hombres, “de entrenar estas habilidades pueden llegar a formarse como increíbles cerveceras”.
Ryan Brooks de South Norte, advierte que tener mujeres en la industria cervecera “es extremadamente importante, en muchos niveles. La mayoría son grandes catadoras y tienen un gran paladar”.
Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación Potosina de Cerveceros Independientes, también destaca sus habilidades sensoriales, “en San Luis hay mujeres que están en varias cervecerías y controlan los procesos bioquímicos: conteo de levadura, PH del agua, que son esenciales para una buena cerveza”.
Cerveceras y cervezas
En algunas ciudades más que en otras, las chicas se suman a un Movimiento Cervecero que busca mostrarse unido y trasmitir un sentido de pertenencia. Dice Daniel Cigarroa de Bracino (Monterrey) que en Nuevo León su participación es muy baja, “el hecho de que estén presentes ayuda al sentido que queremos darle a la cerveza artesanal de ser una industria unida, no sólo es vender un producto, sino a través de la marca crear comunidad y cultura”.
Y no perdamos de vista algo: la cerveza. Eso lo sabe Bastien Callens, importador y distribuidor de cerveza artesanal en México.
Para Bastien la presencia de mujeres en la industria cervecera aporta seriedad y cultura. Sin embargo, para el también propietario de La Belga, sean hombres o mujeres lo importante es la cerveza.
“No hago diferencia. Ya son muchos productores, más bien que los que vayan a comercializar ofrezcan un producto de calidad y sin defectos”, expone.
José Eduardo Arce, creador de Bruer en Ensenada y juez BJCP, coincide “lo que realmente importa es la calidad de la cerveza independiente”.
Juan Francisco de Tiny recuerda que “todos estamos aquí por pasión, por hacer siempre mejor y más cerveza”.
Cerveceras: ¿La metamorfosis femenina?
Músculos, barriga chelera y hasta uno que otro eructo. ¿Y si mejor los cambiamos por fortaleza, carácter, seguridad, liderazgo, creatividad y organización?
Hacer cerveza es una tarea demandante físicamente, hasta para los varones, pero no es un impedimento para que una chica la realice.
“No se tienen que adaptar a nada, sólo se trata de hacer equipo. Hemos tenidos a dos chicas en la cervecería y nunca les dijimos que no podían hacer algo o que tenían que hacer algo sólo por ser mujeres”, sostiene Daniel de Bracino.
Lejos de transformarte, hacer cerveza te da la oportunidad de expresar tu identidad. La industria cervecera es un ambiente ideal para externan rasgos de la personalidad femenina que a veces se mantienen ocultos por ser socialmente inaceptables.
“Una mujer que hace cerveza es simplemente maravillosa, deberían de animarse más, es bueno retomar algunos roles ancestrales”, señala Miguel Ochoa, de Mike Brewing (La Paz).
Para Mike una cervecera requiere fortaleza física y la oportunidad de mostrar sus capacidades, “si nadie quiere dárselas, ellas deben crearla, hacer su propia cervecería, hay muy buenos ejemplos”.
Las cerveceras de México
Empresas como Madrina, Cirquera, Itañeñe, Amor Amargo, Minerva, Cervecería La Silla, Cachonda, Arte Real, Lírica, Beer Factory, Amante, Cielito Lindo, Cholos, Tiny Bastards, Ingrata, Mexica, Cardera, Metropolitana, Brugga, Concordia, La Perruchona, Huérfana, Calavera, Malteza, Alakazam, Valmiki, Kiubok, Cervecería Jalisco, La Huesuda, Incógnita, Xun, Bravada, Malbicho, Colibre, Yeccan, Nepantla, Aviscollem, tienen a mujeres en sus filas o fueron emprendidas por una.
“Hay una nueva generación de mujeres que vienen detrás y creo que eso vendrá a cambiar mucho a futuro. Ese aporte a veces no se llega a ver tanto, porque no existe una imagen de las mujeres cerveceras, cuando nos enteramos que mujeres están al frente de una cervecería es por amigos, o conocidos o reportajes especiales”, refiere Juan Francisco.
Y el que de plano quiere ver una multitud de chicas cocinando es Humberto Saldívar, cervecero de Caserío (Tampico), “será una sensacional sorpresa cuando tengamos una avalancha de cervezas elaboradas por mujeres”.
La mujer se compromete y lucha por sus objetivos, “pone vida, sabor, pasión, persiste y sobrevive”, añade el también organizador de Aro Rojo.
“Le abren las puertas a la industria”, dice Ángel Rodríguez, impulsor de la cultura cervecera en San Luis.
Considera que una industria pujante debe ser incluyente y reconocer el trabajo femenino, “las mujeres solo necesitan acercarse a conocer cómo se hace una cerveza y cocinar, que la prueben, descubran sus sabores y lo que pueden lograr con los maridajes”.
Luis Valdez dice que el más grande obstáculo para que en México haya más mujeres en la producción de cerveza son ellas mismas, “piérdanle el miedo al qué dirán, a nadie le importa que estés tomando (a menos que te pongas malacopa). Conoce, prueba y anota lo que te gusta, lo que no te gusta y por qué. Agarra la pala, has mediciones, prende las bombas, prueba el mosto. Una vez familiarizadas con todo esto, el amor a la cerveza nace solito”.
O se reactiva en el ADN.
‘Hacer cerveza se volvió como asar carne’
Ambas vistas como actividades de hombres y para hombres, dice Javier Jiménez, presidente del Querétaro Beer Club.
“Su presencia está creciendo, hay mujeres involucradas en diferentes formas: en redes, grupos como el de catadoras, hasta dirigir una asociación. No sé porque la cerveza es un ambiente mayormente masculino, siento que es un poco como la carne asada, que por alguna razón se ha vuelto hacia la mayoría de hombres”, observa.
Alberto Soto de Cerveza Karamawi (Puebla) comenta que lo bonito de hacer cerveza es que tanto hombres como mujeres pueden destacar.
“Siempre he creído que las mujeres tienen mucha mayor inventiva que los hombres, hoy en día las cerveceras están innovando en recetas, diseños, estilos y mercadotecnia. Me parece genial que cada vez haya más”, expone.
¡Mañana las chicas que ves en estas fotos se reunirán para cocinar, como en los nuevos tiempos saben hacerlo, no te pierdas los detalles de su colaboración en Periodismo Desde la Barra!
*Imágenes cortesía de las cerveceras