Ciudad de México, 14 de agosto, 2019- La cerveza más disidente del sur de Tamaulipas llegó a la Ciudad de México con sus cinco estilos de línea: Perro de Agua (IPA), Subcomandate (Pale Ale), Súcubo (Kölsh), Caralampio (Smoked Helles) y Jaiba Brava (Blonde Ale).
Y este jueves en Fiebre de Malta Masaryk se realizará una cata con tres de sus estilos: IPA, Smoked Helles y Kölsh. El evento es gratuito y se realizará a partir de las 20 horas. La cata será impartida por el beer sommelier Francisco González Romero.
Caserío llega a la ciudad a través de Beer Paradise México y la puedes encontrar en: Taberna Calacas (IPA), Amarga Tentación (IPA, Pale Ale), Lovecraft Café (Kölsh), The Beer Company Azcapotzalco (5 estilos), TBC Tasqueña (IPA, Pale Ale y Somoked Helles), Fiebre de Malta Masaryk (IPA, Smoked Helles y Kölsh), Fiebre de Malta Lerma (Kölsh y Smoked Helles).
Está por entrar a Claroscuro Gastropub, Hilaria, Tasting Room, Reich, Bodega Cultura, WH Fraser y Trappist.
Sus cervezas están disponibles en alrededor de 70 puntos de venta en Tamaulipas (la mayoría en Tampico, Madero y Altamira), así como en Metapatio y Feroz en Monterrey.
Del puerto a la ciudad
“…y una linda porteña te dará su amor. Navega, en busca de amor, navega, navega…”, dice la canción de El Navegante (que todo tampiqueño ha escuchado al menos vez), pero en nuestra historia somos más afortunados porque se trata de cinco…cervezas.
Caserío nació hace cuatro años en Tampico, pero mudó su fábrica al municipio vecino de Altamira, el cuarto puerto industrial más importante de México y desde donde Atenógenes Humberto Saldívar, creador de la marca, busca desarrollar canales de comercialización en el mercado desde 2017.
Es ingeniero electrónico de profesión, su vida gira en torno al ámbito educativo y desde hace casi seis años también de la cerveza.
“Unos amigos me invitaron unas cervezas artesanales y me gustó la diferencia que había contra lo que antes consumía”, recuerda.
Su primera cerveza fue una Blonde Ale que al inicio sabía a tepache, recuerda. De ahí siguieron Pale Ale, Kölsch y Amber Ale (Disidente), que años más tarde se convertirían en parte de sus cervezas de línea.
Cuando Saldívar lanzó su marca pensó en la época de su abuelo, de las antiguas haciendas en Tamaulipas y quiso recordarla con sus cervezas. Pero con el tiempo el concepto se modificó.
“La idea comenzó con ir contra lo establecido y luego se me fueron ocurriendo otras cosas”, dijo.
Las competencias estuvieron siempre en su mente, sobre todo las internacionales. Humberto deseaba medirse con otras cervecerías y obtener retroalimentación de jueces calificados.
A la par de su lanzamiento en 2015 como cervecero profesional, se inscribió en Copa Cervezas de América y Súcubo fue reconocida como mejor cerveza híbrida, Perro de Agua obtuvo oro y Subcomandante bronce, mientras que en Copa Cerveza MX ganó plata.
Pero la Pale Ale regresó en 2016 para convertirse en la mejor cerveza mexicana y darle el título a Caserío como la mejor cervecería mexicana de esa copa.
En 2018 en Copa Cerveza MX, Súcubo y Disidente le dieron dos bronces a Tamaulipas.
De México al mundo
Además de hacer cerveza, Humberto trajo a México la primera competencia internacional de cerveza, Aro Rojo, que está cerca de convertirse en la más importante de Latinoamérica, este año las inscripciones casi llegaron a mil 200 cervezas.
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