“Estamos es una industria que no está fácil, pero cuando tienes preparación es muy importante demostrarlo”
Alejandra Mendoza, presidenta nacional de Mujeres Catadoras de Cerveza en México
Ciudad de México, 16 de diciembre, 2020- La apuesta de las mujeres es por la cerveza. Cada vez encontramos a más chicas con diferentes certificaciones, mucha experiencia y más cercanas a la producción de nuestra bebida favorita.
Desde los clubes hasta los colectivos, su presencia se siente y observa fuerte y decidida, pero el reto sigue siendo grande, admiten quienes a base de años de trabajo hoy se han ganado un lugar en la industria cervecera.
“De eso se trata y eso se busca”, dice Jessica Martínez, fundadora de Cervecería Malteza, juez internacional de cerveza e integrante del Colectivo Adelitas.
Jessica lleva 7 años y medio en la industria y es una de las figuras femeninas más representativas por su trabajo dentro y fuera del país.
Una larga lista de países, congresos, cursos, talleres, difusión y proyectos, son parte de su trayectoria, que evoluciona más rápido que la realidad para las mujeres en la industria.
“En Latinoamérica hay más participación de mujeres en la producción, en la educación, mujeres al frente de cervecerías, expertas en diferentes áreas, en México falta más participación, aumentó y estoy sorprendida por la cantidad de mujeres en el grupo (Adelitas), pero hay una diferencia notoria”, advierte.
Para empezar, como consumidoras, dice Jessica, al paladar femenino se le asocia con cervezas ligeras, dulces y frutales, tanto dentro como fuera de la industria.
Y resulta extraño enterarse de que una mujer está a cargo de una cervecería, ya que la figura masculina es dominante en todas las áreas de la industria.
Sin embargo, Jessica observa que el trabajo de las mujeres empieza a cobrar más relevancia por su profesionalismo y conocimiento y existen nuevas figuras femeninas dentro de la industria, “la idea es que se deje de dar importancia a si eres hombre o mujer”.
Un 17.5% de las integrantes de Adelitas cuenta con una certificación como beersommeliers, juezas BJCP de cerveza e hidromiel, Union Birrai Tester, Anfitrión de Cervezas Cicerone, WBA International Diploma in Brewing Technology Program Siebel Institute, Maestría en Ciencias, Brewing Science and Practice, Maltería, Malta y Cerveza UNAM y por el Instituto Cervezas de América.
‘Demostrar que sabemos es más fácil con papelito’
Eso es algo que Janine Rodríguez, beersommelier y cervecera, tiene muy claro.
Hace seis años llegó a la industria y su primer paso fueron dos certificaciones como beersommelier por AMEG y Doemens, de ésta última, Jan es la primera mujer egresada en México.
“Llevo poco, pero siento que son muchos años porque fue muy intenso, y me metí de lleno”, comenta.
Luego de certificarse, se dio cuenta de que en la academia había pocos docentes y se preparó para dar clases. Recuerda que en ese entonces (2015) en los grupos integrados por 10-12 personas, había 2 o 3 mujeres y se sintió motivada.
Jan fue coordinadora académica y administrativa de AMEG, de donde salió a finales de 2018 para dedicarse a sus proyectos.
“Demostrar nuestro conocimiento es siempre más fácil cuando tenemos un papelito que lo avale. Te da la seguridad de algo que te respalda en lo nacional e internacional. Pero puedo tener mil documentos y si no lo practico ni sigo estudiando, se pierde el conocimiento”, refiere.
Jan es parte del Colectivo B25 y junto a Juan Monrroy creó la receta de una Chai Mead, con la que obtuvieron medalla de plata en Copa Cerveza Mx 2019.
La también integrante de Adelitas, observa un gran futuro para las mujeres en la industria, sobre todo porque están más involucradas en los procesos y en la parte educativa.
“Hay mucha sororidad, lo que hizo Adelitas me encanta y todos los grupos que se hacen para promover el involucramiento de la mujer en la cultura cervecera. Hay un montón de movimientos, mujeres cerveceras en Argentina, Chile, Panamá y quieren formar una asociación general de toda Latinoamérica, está bien interesante”, indica.
Para Jan es necesario acercar a las mujeres a la cerveza, no sólo como consumidoras, sino directamente a los procesos y que conozcan que hacer ‘cheve’ no es tan complicado.
A veces no nos dan chamba porque ‘no podemos cargar bultos’
Cuando Mujeres Catadoras de Cerveza en México comenzó a trabajar (2012), a pesar de ser un grupo 100% femenino, quienes se acercaban no estaban seguras de que pudieran unirse a sus actividades, porque les parecía algo novedoso, inesperado.
Así lo recuerda Alejandra Mendoza, presidenta nacional de la agrupación a la que se unió hace siete años.
“Cuando empezamos estábamos limitadas a invitar a los cerveceros y a lo largo del tiempo hemos visto a más mujeres integrarse a la industria, hay más grupos de mujeres, en general hay más interés, y más productoras”, sostiene.
Dice que la participación de las mujeres va de acuerdo con la dinámica de cada ciudad. Y es que la cultura cervecera es desigual en México, mientras algunas ciudades han creado rutas cerveceras para el turismo, en otras ni siquiera existen establecimientos especializados en cerveza artesanal.
“Es como un círculo, cuando no hay cervecerías no existe apertura para la participación de las mujeres, para hacer eventos no te vas a ir a un sport bar en donde ni siquiera saben qué es la cerveza artesanal. Vamos de poquito a poco, pero mejorando”, expone.
Actualmente, catadoras tiene 29 coordinadoras en México y tres de ellas están en San Diego, Alemania e Irlanda. Cuenta con más de 15 mil seguidores en Facebook y 2 mil 700 en su grupo privado.
Alejandra dice que las mujeres están dispuestas a cooperar y compartir sus conocimientos, pero deben esforzarse más para acceder a oportunidades.
“Sigue imperando la cerrazón, no se les da la oportunidad por ser mujeres y ponen pretextos como que no van a poder cargar los bultos, pero eso no las detiene y siguen insistiendo, si se empeñan y trabajan bien, tienen buenos resultados”, afirma.
Alejandra también distribuye cerveza y se ha enfrentado a comentarios como “mejor que me explique él”, cuando representa a una marca en festivales, pero nunca le han cerrado las puertas por ser mujer, “a veces lo atribuyo a mi edad, a que no ven muy chavita, pero eso no quita que le suceda a otras”.
Ocho coordinadoras de catadoras son Certified Beer Server por Cicerone, dos son beersommelier por AMEG y una está en proceso, su representante en SD cuenta con un certificado de la Universidad de San Diego en Negocio en Cerveza.
“Estamos es una industria que no está fácil, pero cuando tienes preparación es muy importante demostrarlo”, sostiene.
Regresando al origen
En 2013 Charly Martínez, fundador y cervecero de Brew Capital en Mexicali, dio el primer curso de elaboración de cerveza casera, que reunió a un grupo no muy numeroso, pero ávido de aprenderlo todo, entre ellos se encontraba Jessica Guerrero, integrante de Mujeres Catadoras y una de las fundadoras del club de cerveceros caseros de Mexicali.
Se unió a catadoras en 2013 y cuando comenzó a probar la cerveza artesanal quiso crearla ella misma, por esa razón se inscribió al curso, los que también asistieron se dieron cuenta que era difícil elaborarla en solitario y decidieron reunirse para ayudarse y retroalimentarse, fue así como en 2014 nació la necesidad de crear un club.
“Me tocó invitar a más personas, había tantos haciendo cerveza en su casa, la respuesta fue increíble e inmediatamente hicimos clic”, indica.
Así Jessica retomó el papel original de las mujeres en la cerveza, que se remonta a los orígenes de la civilización.
Pero no había más mujeres además de ella haciendo cerveza en casa, hasta que descubrió a Laura García, que trabajaba en Cervecería 3B.
Y así comenzaron a sumarse, las primeras influenciadas por sus esposos o parejas, recuerda Jessica. “Las mujeres empezaron a llegar pronto, Susana, esposa de Oscar Solórzano (ex presidente de los caseros) colaboraba con él y nos empezó a acompañar en las juntas, también Grecia, esposa de Javier de Malgro, que también era su ayudante”.
Tres años después, dejaron de ser colaboradoras y comenzaron a cocinar cerveza casera por su cuenta, pero aún son pocos los ejemplos de mujeres encabezando la producción de cervecerías artesanales.
“Falta despertar la chispa. Hacer cerveza no es sencillo, te podría decir que hasta pesado, cargas, llevas, te ensucias, hace falta acercarlas más al área de producción para que se enamoren”, considera.
Estima que en Mexicali hay entre 6 y 8 cerveceras caseras, la cantidad de mujeres en el club no aumentó y las que incursionan en la producción no lo hacen como empresarias, hacen cerveza por gusto.
“En Baja California somos una comunidad muy inclusiva, sin tantos tabús como en otros estados, al principio si era peculiar ver a una mujer llegar a un bar a tomar una cerveza, y aún más extraño que les enseñara sobre cerveza, hoy son inclusivos y si una cerveza artesanal está bien hecha no importa si eres hombre o mujer, lo vamos a reconocer”, concluye.