Ciudad de México, 09 de junio, 2023- En Alemania la cerveza se considera como el alimento «más limpio», sin embargo, a la luz de la creciente globalización, la pureza absoluta de las materias primas es cuestionable.
La Ley de Pureza solo cubre el punto “libre de transgénicos” dentro de los parámetros que mide, pero los límites son demasiado amplios, por lo que la marca de cerveza Oettinger la considera insuficiente, y en 2013 decidió que toda su gama de cervezas debía incluir la etiqueta “GMO-free”.
“Independientemente de la Ley de Pureza alemana, también existen riesgos inestimables derivados del cultivo y uso de ingredientes modificados genéticamente. Consideramos la introducción de la etiqueta en esta industria como una progresión activa de la Ley de Pureza alemana tradicional”, señala la empresa.
Cabe mencionar que hasta el momento, la cebada modificada genéticamente no ha sido aprobada en ningún lugar del mundo para la producción de cerveza, aunque el número de ensayos de campo para todo tipo de cereales aumentó en los últimos años, y no se puede evitar que el material genéticamente modificado sea transportado en forma de polen a la deriva a otros tipos de granos.
“Además, existen proyectos de investigación en curso para levaduras modificadas genéticamente, mientras que el uso de enzimas es habitual en las cervezas producidas en otros países. A menudo se producen utilizando microorganismos modificados genéticamente, sin necesidad de indicarlo en la etiqueta. De la misma manera, las cervezas del exterior pueden utilizar materiales distintos a la cebada y el trigo en el proceso de elaboración, especialmente maíz o arroz”, indica la marca.
Calidad con transparencia
La introducción del sello en las cervezas Oettinger, es la continuación activa de la tradicional Ley de Pureza alemana, y demuestra que la fábrica se preocupa por la alta calidad y la transparencia en sus procesos de producción, desde la materia prima hasta el producto final.
“La transparencia y el etiquetado claro son imprescindibles, ya que ofrecen seguridad y generan confianza. Para Oettinger, divulgar los ingredientes y el procesamiento en la cadena de producción es una forma importante de aumentar esta confianza”, refiere.
De igual forma, es la primera cervecería en unirse a la Asociación de Alimentos sin Ingeniería Genética e.V. (Verband Lebensmittel ohne Gentechnik e.V. – VLOG), lo que garantiza que no se puede encontrar ni un solo rastro de material genéticamente modificado en los productos provenientes de sus proveedores.
Cabe mencionar que para usar el sello, los requisitos son extremadamente estrictos. Los informes de pruebas y análisis deben proporcionarse y documentarse periódicamente para garantizar un control de calidad continuo y que los productos no contengan OMG. Estos incluyen declaraciones obligatorias de los proveedores de que sus materias primas no han sido modificadas genéticamente, ni contaminadas por contaminación cruzada. Institutos independientes toman muestras periódicamente para comprobar la calidad de las materias primas utilizadas. El escrupuloso sistema de control de calidad garantiza que se cumplan los requisitos de etiquetado. Una institución de certificación independiente (LACON GmbH) supervisa el cumplimiento de la cadena de proceso de acuerdo con las normas legales aplicables.
“Como empresa familiar, siempre nos hemos considerado sostenibles y, por lo tanto, damos gran importancia a la protección de nuestro entorno natural y al uso moderado de los recursos. Pensamos a largo plazo, en lugar de solo en el próximo balance trimestral. Y cuando se trata de sustentabilidad, ¡realmente tenemos mucho de qué hablar!”, sostiene Oettinger.
Antecedentes de la etiqueta
El sello es un diamante verde con la inscripción blanca “Ohne Gentechnik”, que significa libre de transgénicos, fue introducido en 2008 por el Ministerio Federal de Alimentación, Agricultura y Protección del Consumidor. El VLOG ha emitido la etiqueta estandarizada desde 2009. Las condiciones según las cuales se otorga la etiqueta, están consagradas en la Ley de Implementación de Ingeniería Genética de la CE. Los productos que llevan la etiqueta «libre de OGM» no pueden contener ni el más mínimo rastro de material de plantas o microorganismos modificados genéticamente.
*Imágenes cortesía de Oettinger
1 comentario
Excelente información me gustaría saborearlas