Ciudad de México, 26 de abril de 2018- Pasar el fin de semana en Puebla puede convertirse en un descubrimiento independiente a sus edificios patrimonio histórico, un buen chile en nogada o beber de pie una pasita en la tradicional cantina del Barrio de Los Sapos.
La cerveza artesanal abre un nuevo escenario frente a ojos de residentes de ciudades como Puebla, Cholula y Atlixco, así como del turismo que los visita. Actualmente existen alrededor de 35 y 40 productores, entre profesionales y caseros.
De la tienda especializada, al tap room, colectivo, beer garden y la fábrica con barra y restaurante desde el que los comensales observan ollas y fermentadores, es la forma en que la escena cervecera poblana evoluciona.
Tap Rooms acogidos en edificios del centro histórico, conviviendo con los aromas del mole y las cemitas, con la licorosa pasita y las piezas de talavera que cuelgan por todos lados. La ‘craft beer’ se abre paso entre antigüedades y coloridos atuendos.
Fábricas que se alzan sobre el pasado en Cholula, llevan en sus venas recuerdos de civilizaciones que conjugan con los nuevos tiempos y el regreso de la buena cerveza para una buena vida.
Porque ir al centro siempre es buena idea
Caminar por las calles del centro nunca pudo tener mejor final que beber una cerveza artesanal y adentrarse en un nuevo viaje, en el que ella será la mejor guía.
El Callejón de los Sapos es uno de los pasajes más atractivos del centro por su colorido y ahora podemos tomarlo como referencia para llegar a un destino cervecero: Casa Don Sileno. Ubicada en en la Workosfera (5 Oriente 612), una antigua casona poblana que fue habilitada con diferentes giros comerciales, entre ellos el cervecero.
La entrada está por Fonda Santa Clara y hay que subir unas escalinatas que conducen a un pequeño tap room, que te recibe con una mezcla de elementos mexicanos y otros relativos a la fabricación de cerveza.
Muebles de madera, ventanales tipo iglesia, paredes de ladrillo y una barra color cobre, igual que el draft que cuenta con seis opciones de cerveza, además de 40 etiquetas en los refrigeradores.
El lugar abrió sus puertas en noviembre de 2018 y es dirigido por Rubén Araujo, entusiasta de la cerveza artesanal. Lleva al corazón de Puebla una propuesta que incluye eventos como tap take overs, visitas de cerveceros y un buffet de cerveza artesanal todos los jueves.
El pasado sábado 20 de abril, se llevó a cabo una cena con Madueño Brewing de Tijuana, a la que asistieron cerveceros y beer lovers de Puebla y Ciudad de México. En el evento, Alfredo Madueño, fundador de la cervecería, anunció la próxima apertura de su tap room en Cholula. El proyecto parte de la iniciativa de Araujo, quien desea reactivar ese espacio con las cervezas tijuanenses.
Para Rubén, en un par de años la escena cervecera en Puebla se convertirá en una de las más dinámicas de México, debido a que se prevén más inauguraciones de puntos de venta especializados en esta bebida.
Ojalá que tus besos supieran a malta
Siguiendo el recorrido, en la calle 2 Sur 904, te espera Beso de Malta con diez opciones de cervezas en draft y 50 etiquetas en sus refrigeradores. Es un cómodo espacio con barra, mesas para compartir, para dos y sofás.
Está a punto de llegar a su segundo aniversario en esa ubicación, pero el concepto nació hace cuatro años y medio por iniciativa de Iván Hernández y su esposa Nat, quienes llevan seis años dedicados a la cerveza artesanal.
“Con dos cosas queremos hacer un buen momento: buena cerveza y buena comida. Queremos que la gente pruebe mucha cerveza, por eso cada que se acaba un barril cambiamos de cervecería o de estilo, para poder hacer una oferta más variada de chelas mexicanas”, comenta Iván.
Beso de Malta es uno de los centros de consumo más visitados en Puebla y empezó su historia en un local pequeño en avenida Circuito y uno más en Cholula que cerró en diciembre del año pasado, para concentrar su actividad en la zona centro.
Cholula, visita obligada para beer lovers
El boom de la cerveza artesanal se vuelve evidente en Cholula. Desde espacios pequeños hasta grandes proyectos, que atraen la mirada curiosa de turistas y algunos ya se han ganado el corazón de los residentes poblanos.
Al mediodía, cuando el sol pega con fuerza y la sed comienza, Cervecería Cholula te recibe con cervezas ligeras: Lager, Pale Ale y Oatmeal Stout, así como un ambiente desenfadado y cargado de buena vibra.
La cervecería se inauguró el 1 de septiembre de 2018, pero empezó a gestarse cinco años atrás por iniciativa de Ana Aceves, Luis Haro y Enrique Pérez.
Construida a un costado de la pirámide (13 Oriente 412, San Pedro, Cholula), da la bienvenida con un mural plagado de lúpulos, espigas de trigo y cerveza que brota de verdes campos, también se aprecia a Luis, su cervecero, andando en bicicleta.
Un vitral en lo alto con el logo de la fábrica, así como lámparas de lúpulo que cuelgan frente a la barra, recuerdan a una iglesia que en este caso suplió con cerveza el vino para consagrar.
Tiene un techo alto de madera partido a la mitad por una serie de tragaluces que también delimitan el espacio de la planta de producción, barra, cuarto frío y laboratorio, para rematar al fondo con la oficina administrativa.
Cervecería Cholula cuenta con una capacidad instalada de 7 mil litros mensuales y en esta etapa produce alrededor de la mitad, además de sus cervezas de línea experimentan con de temporada. Y hace tres semanas abrió su cocina, que complementa la experiencia de beber cheve muy fresca.
“Queremos que la gente nos conozca, que sepan que hay otra cervecería en el pueblo. Lo chido es que todos nos complementamos y crecer de manera pareja para que haya una escena cervecera y no un actor predominante”, señala Haro.
El colectivo cervecero
Sobre la misma calle de Cervecería Cholula se encuentra el Colectivo Cerveza. Inaugurado el 2 de marzo de este año. Tiene una barra de madera con ocho taps compartidos por cuatro cervecerías: Amor Amargo, Portillo, La Mediagua y El Macerador.
A la entrada del jardín está The Beer Company Cholula, que se suma a la oferta cervecera con botellas y latas. El tap list del colectivo es rotativo, con sabores atrevidos que van desde el trigo, miel, jengibre y chipotle, así como una buena dosis de alcohol en la mayoría de los estilos.
“Somos cuatro amigos que decidieron hacer un colectivo y ofrecer directamente nuestra cerveza”, comenta Francisco Chávez, de Cervezas Amor Amargo, marca que fundó junto con su esposa Thalía, promotora de la cultura cervecera y coordinadora de Mujeres Catadoras en Puebla.
Erick, de Cervecería Portillo, indica que los consumidores conocen más de cerveza y se interesan en experimentar, incluso con estilos como la Sour (cervezas ácidas) y adjuntos, “la reserva siempre existe en cuanto a saber si jala o no jala, lo importante es tener la seguridad de que es una buena chela y representa el estilo”.
Jacinto “Chinto” Hernández de El Macerador, cocina alrededor de 40 litros de su cerveza por semana para surtir la demanda en el colectivo, una Russian Imperial Stout es su chela emblemática y la que más frecuente cocina, pues la mayoría de sus recetas no se repiten.
“Hacer cerveza es grato y liberador, te quitas estos bloqueos mentales que han impuesto las macrocervecerías”, afirma.
Imperio de Maltas: vivir apasionado para no quedarse a la mitad
En avenida 7 Oriente 418, San Pedro Cholula, está Finca Ensamble un beer garden que es la casa de Imperio de Maltas, cervecería que se acerca a su primer aniversario de la mano de Oscar Santamaría, su cervecero. Ubicada a 100 metros de la zona arqueológica, antes de alojar una planta de cerveza, la finca era salón de eventos. Cuenta con un bar muy bien surtido y una barra con 12 taps, de los que siete son cheves de la casa y cinco invitadas.
Lager, German Lager, Golden Ale, IPA y Stout son sus cervezas de línea, también realizan experimentales.
Al fondo del beer garden están su zona de producción que consta de una planta piloto con un brew house de 1.5 BBLs y fermentadores de 2. En su planta principal sólo cocinan cervezas de línea y cuenta con un brew house de 7 BBLs, fermentadores y bright tank de 15. Su producción es de 9 mil litros mensuales.
“Da mucha risa pensar que uno al hacer su propia cerveza no va a volver a gastar, se gasta muchísimo más, es muy complicado, hay muchos tropezones, los clientes no entienden el proceso de hacer cerveza. Pero no cualquiera es cervecero y eso llena de satisfacción, la gente que vivimos de esto es por pasión, si no te quedas a la mitad”, explica Oscar.
Al oscurecer desde las mesas del beer garden se ilumina el Santuario de la Virgen de los Remedios, ubicado en la cima de la Gran Pirámide y la música en vivo te hace desear ver tu vaso lleno otra vez.
Fernando, el Desobediente
Ubicada en Calle 8 Norte, San Andrés Cholula, está la cocina de Cervecería Desobediente fundada por los hermanos Caracciolo hace dos años.
Fernando es el cervecero y su interés en esta bebida nació cuando tenía 18. Desobediente tiene tres estilos de línea: Odiseo/Pale Ale, Diablito/Irish Red y Gato Morado/Chocolate Stout, todas son muy fáciles de beber debido a su baja graduación de alcohol.
“Estudié leyes y estuve trabajando 13 años en eso, pero ya hacía cerveza (casera), luego me hicieron el favor de despedirme y en cuanto me dieron mi cheque de finiquito le toqué la puerta a mi hermana y la invité a emprender una cervecera”, relata Fernando.
Desobediente produce entre 200 y 300 litros mensuales, su cerveza más vendida es la Stout que tiene sólo 4% de alcohol y la idea de estos emprendedores es expandir el negocio a más estados.
“Quiero tener algo propio y hacerlo crecer, contratar a alguien que me eche la mano y más adelante cuando esté viejito dedicarme a supervisar y administrar”, dice.
La luna que enloqueció por cerveza
A unos metros del Zócalo de Cholula, sobre la avenida Hidalgo, está Crazy Moon, cervecería con cuatro estilos de línea: Honey Blonde, Rye Irish Stout, American Pale Ale con centeno y una Extra Special Bitter.
Nace hace un año tres meses en Puebla, su nombre está inspirado en la película Viaje a la Luna y es producida por Jhon Lord, un neoyorkino radicado en la ciudad.
El pub de Crazy Moon tiene dos barras y vende cerveza en barril y 40 etiquetas en botella, propia e invitada. Sus mesas son estilo beer garden y en una de las paredes está plasmado el proceso de producción de esta bebida.
“Lo que mueve a Crazy Moon es despertar paladares y la cultura de la cerveza artesanal a través de las marcas que vendemos, la mayoría poblanas, algunas de otros estados, pero todas mexicanas. Nuestro deber es impulsar la cultura cervecera, que Puebla haga cada vez mejor cerveza y que se atrevan a probarlas”, indica Fernando Aguilar, encargado de las ventas.
Haciendo memoria
Hace más de 16 años en Puebla había un lugar llamado La Casa de la Cerveza (Nacional y Avenida las Torres, al sur de la ciudad), un paraíso para beer lovers en medio de un oasis de opciones importadas. Carolus, Boscoli, Newton, Patricia, Sapporo, eran algunas de las marcas en existencia y Vallen Brau, una de las primeras cervezas poblanas.
Tres años después cerró. Algunos de sus clientes se volvieron cerveceros, entre ellos Portillo, El Macerador y Amor Amargo.
Después aperturó un Beer Box y luego Malta y Lúpulo en Cholula, una pequeñísima cabaña con cheve para llevar, sólo abría los sábados.
En 2012 abrió Beer To Go con 150 etiquetas de cerveza en la 5 Oriente, a cargo de Francisco y Thalía. Cerró en 2015, ya con el nombre de Amor Amargo.
*Imágenes: Lupulina
3 comentarios
A quien corresponda
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Y la gerencia de la sucursal por medio del Lic. Edgar Gómez Peña Gerente de Operaciones de Dicha Sucursal está muy interesado de tener sus artículos a la venta; como comentario la sucursal tiene aparte
De anaquel una área exclusiva de cerveza Fría
Queso a sus órdenes y esperando el contacto de Ustedes
Hola José, disculpa que responda hasta ahora, se había traspapelado tu comentario. Cuando gusten, estoy a la orden, te dejo mil cel: 833 234 61 02