Cerveceros, ¡es tiempo de aterrizar!

“Cervezas que no son únicamente para el nicho del nicho, eso hace mucha falta, ampliar nuestro espectro, escuchar y leer al consumidor para así llegar a más paladares”

Comienza el 2024 y como cada cierre e inicio de ciclos, vale la pena hacer una retrospectiva y análisis de lo relevante en torno a la industria cervecera y qué nos depara o hacia dónde ir este año que comienza.

Si bien, 2022 y 2023 fueron años en donde se empezaron a ver los estragos de la pandemia, nos aferramos a nuestros proyectos con todas las fuerzas, renovamos y reestructuramos estrategias, comenzamos la tarea de comprender nuevas tendencias de consumo, soltamos lo que no nos dejaba crecer (con el significado de poner punto final o momentáneo a ciertos proyectos). Sin duda, sobrevivimos a una crisis nunca antes vista, y como todas las crisis, traen consigo crecimiento, fortalecimiento y aprendizaje.

Vimos proyectos que se mantuvieron firmes, otros que crecieron, proyectos pequeñitos que invirtieron y dieron el salto a un proyecto más grande y estructurado, hubo diversificación, expansión de algunas marcas, pero de las cosas más importantes que puedo observar, es la profesionalización. A mi parecer, los proyectos que existían antes de pandemia y los que sobrevivieron, permanecen con más fuerza, se preocupan por tener productos de calidad, estabilidad, por tener un equipo profesional tras bambalinas, la capacitación y el entrenamiento incrementó y eso se agradece y se ve reflejado en la oferta de cerveza que llega a nuestras manos.

Guardemos un minuto de silencio por los proyectos que tuvieron que detener operaciones, deseo que en algún momento vuelvan o puedan ser reestructurados para iniciar algo más sólido, ¡éxito!

Retomando el tema de la oferta de cerveza, hace poco di una capacitación en La Brü, en donde les hablaba sobre las tendencias cerveceras en México y analizando el panorama actual, detecto tres corrientes:

1.- La imitación-copia de las tendencias de Estados Unidos de América

2.- La búsqueda de una identidad con el uso de ingredientes locales

3.- Back to basics

La primera parte, evidentemente es tema cultural, ya sea por cercanía territorial, por la influencia social, política y comercial que siempre ha tenido EUA sobre México, por la globalización, etc., etc., etc., sabemos que hay una alta predilección en todo el país a consumir y elaborar cervezas que son tendencia en aquellos lares (muchas veces bien ejecutadas y otras, desafortunadas, no) y que dentro del llamado “nicho” tales productos se venden solos y casi sin ningún esfuerzo (y ese es un tema del que también les platicaré en otro texto, referente a los puntos de venta y al desafortunado retroceso en la difusión de la cultura cervecera por parte de muchos de ellos).

Aunque les llamaría productos “nicho” del nicho, ya que su costo es por encima del costo promedio de una cerveza (quitemos sufijos, cerveza es cerveza. Cuando hable de macro, me referiré así “macro”). Lamentablemente esta corriente no es trascendental, puesto que, si el día de mañana comienza otra tendencia en EUA, esta será replicada olvidando la anterior y así sucesivamente. A esto hay que sumarle los elevados costos de producción de estas variedades.

La segunda vertiente: Identidad, ¡este es un tema que me encanta! ¡Me fascina ver y saborear la riqueza cultural y tradiciones a través de una cerveza! Me parece que aquí está la médula espinal de la industria cervecera en México y me encanta que los cerveceros experimenten con ingredientes locales, procesos y bebidas tradicionales, porque es lo que nos hace únicos como país, y es lo que haría trascender a la cerveza mexicana. Potenciar y apoyar la producción de cervezas con identidad local me parece imperativo y necesario.

Con mi visita a otros países, he podido percatarme de este tema que me parece sumamente importante, sobre todo en países donde no se tiene una tradición cervecera por historia (cerveza hecha a partir de cebada), sobre los países con escuela cervecera de tradición, ya conocemos el contexto (Alemania, Bélgica, UK) pero en países en donde no hay un antecedente histórico que marque esta tradición, es donde se busca generar una identidad. Países como Brasil (Catharina Sour), Chile (Grape Ale), Italia (Italian Grape Ale), Japón (Ginjo Beer), Perú y Ecuador (incorporación de la Chicha), más que buscar y querer seguir tendencias de fuera, partieron de lo que hay, justo como nacen las grandes escuelas cerveceras, elaboro mis cervezas con los ingredientes que tengo a la mano, a partir de lo que nace de esta tierra, tomo las bases de lo que ya existe, pero complemento y doy protagonismo a lo local.

La última vertiente a mi parecer va más ligada al instinto, a lo primitivo, a saciar la sed con sabores y sensaciones que son familiares para la gran mayoría. La sensación es parecida al agua, tiene burbujeo elevado que aporta una sensación refrescante y de saciar la sed, de bajo amargor y sin sabores complejos que el consumidor pudiera no entender o no apreciar, y bueno, no necesita una explicación para poder disfrutarse.

Claro, esto aunado al trabajo que las macros han realizado durante muchísimos años, injertándonos el chip de las cervezas “ligeras” pero, ¡vamos! quién no disfruta una buena (inserte el nombre de su cerveza industrial favorita) bien fría en un día caluroso (o no)? Es como si lo trajéramos ya en la sangre. Por esta razón es que en los últimos años, comenzamos a volver a lo básico, a lo que ya conocemos, lo que nos es familiar, es un gancho seguro para que el consumidor (que no ha probado otra variedad de cervezas fuera de las macro), se atreva a voltear a ver a la infinidad de marcas que existen en nuestro país. Y no, no es una tendencia que únicamente ocurre en México, en todo el mundo ha habido un incremento en la producción de cervezas lager (de perfil ligero) y es muy notorio en los últimos años (también de las cervezas sin alcohol, eso va en otro texto también).

Para este 2024, auguro (y deseo que así sea) una intensificación por parte de los cerveceros y consumidores, en el desarrollo de estas dos últimas vertientes, son una gran área de oportunidad y de tendencias de consumo fuertes. Llaman la atención dentro y fuera de México, se trata de cervezas que no son únicamente para el nicho del nicho y considero que eso hace mucha falta, ampliar nuestro espectro, escuchar y leer al consumidor para así llegar a más paladares.

Como híbrido de estas dos vertientes, COCEPA (Copa Cervecera del Pacífico) nos presenta su iniciativa de incorporar la Mexican Lager a la guía de estilos, lo cual me parece una buena iniciativa que evidentemente requiere apoyo, difusión y muchísimo trabajo (échenle un ojo al streaming que hubo hace un par de semana) pero me parece, es un buen comienzo para voltear a ver de adentro hacia afuera, ya vimos la respuesta del consumidor con Colimita hace varios años, que sin duda Colima fue cervecería pionera en el back to basics del que les hablo.

Si de verdad queremos unirnos como industria, crecer y fortalecer este gremio, sin duda tenemos que poner los pies en la tierra y cimentar buenos pilares de este fermento, escuchar al consumidor, observar sus preferencias, las nuevas tendencias de consumo, y observar el panorama completo, contemplando costos de producción también, que sabemos, se han ido por los cielos.

Siempre seré promotora y llevaré el estandarte de la vieja escuela cervecera y tradicional, que me parece fundamental conocer y estudiar para comenzar a explorar el mundo de la cerveza y aprender el arte de la producción, pero hoy considero que México ya está listo para dar el siguiente paso y comenzar a escribir su propio libro.

¡Salud!