Ciudad de México, 29 de marzo, 2024- Huele y sabe a lúpulo como si de una IPA se trata, pero es más ligera, refrescante y fácil de beber, la Session IPA reta al cervecero a encontrar el balance perfecto entre los ingredientes y usando dos de sus lúpulos favoritos, Misioneros lo consiguió y de paso ganó medalla de oro en la Copa Cervecera del Pacífico.
Con Topera, la cervecería ubicada en el Valle de Guadalupe, dominó una categoría con grandes competidores y se coronó como la mejor de la copa a la que se registraron 265 cervecerías con 1,098 entradas.
“Es un estilo muy ensenadense por su pisteabilidad, gran aroma y sabor a lúpulo, pero ¿cómo le haces para empacar todo ese lúpulo en una cerveza así de pequeña?, son bajas en alcohol y si no balanceas eso puedes terminar con agua lupulada. Con Topera nos enfocamos en el balance, sigue siendo una cerveza seca y refrescante, pero con un ligero soporte de malta”, explicó Abraham Cabral, cervecero de Misioneros.
En su elaboración utilizan sus dos lúpulos favoritos: Simcoe y Mosaic, que aportan sabores tropicales a lichi, fruta de la pasión y algunas notas resinosas y a berries.
Ubicada en la ruta del vino, Misioneros tiene una producción de 5 mil litros mensuales y Topera está entre sus cervezas más vendidas en su tap room, así como su Blonde Ale. La Session IPA también ganó plata y bronce en Copa Cerveza MX 2022 y 2023, respectivamente.
“Estamos muy orgullosos sin lugar a dudas, agradecemos el reconocimiento y nos sentimos más motivados, muchas veces no sabes la historia que hay detrás de un vaso de cerveza y personalmente me siento orgulloso porque es mucha la pasión y el empeño que le ponemos a nuestra cerveza”, sostuvo.
Para Abraham era un reto participar en esa categoría tomando en cuenta que en Ensenada están algunos de sus más grandes exponentes, “esperaba que le fuera bien pero cuando dijeron ‘la medalla de oro se queda en Ensenada’, pensé ‘ya valió’, aquí se encuentran varias cervecerías que son referentes y multipremiadas en esa categoría como Doble C , Bruer, Cardera, por mencionar algunos, pero cayó el oro y no podemos estar más contentos”.
Con su triunfo en la Copa del Pacífico, Misioneros suma más de 20 medallas.
Tener buena cheve no basta
Hace ocho años Abraham empezó a elaborar cerveza en casa, por pura curiosidad. Resulta que su papá y un amigo hacían cheve, primero comenzó a observarlos y después a meter mano en sus cocinadas. La primera cerveza que fabricó fue una Blonde Ale usando extracto, después de un tiempo usando solo malta.
En esa época se sentía impresionado por la posibilidad de crear su propia cerveza, dos años después cuando abrieron Misioneros comenzó a darse cuenta que no bastaba con que fuera buena y seis años después, Abraham sabe que para trascender, debe ser sobresaliente.
“Pienso que es muy importante distinguirte de los demás, hoy en día hay mucha oferta y ha incrementando la calidad, ya no basta con solo hacer buena cerveza, nosotros siempre hemos estado enfocados en innovar”, señaló.
Misioneros es una de las pocas cervecerías en México que cuenta con programa de barricas, tiene alrededor de 50 diferentes, dándole arraigo en una región vinícola y generándole un distintivo entre las marcas artesanales.
Para Abraham, el éxito de una cerveza radica en la constancia, que sepa igual lote tras lote, y eso se logra con buenas prácticas de limpieza e higiene, utilizando insumos frescos y monitoreando la fermentación.
“Además no dormirte en tus laureles y siempre estar actualizado en cuestión de técnicas, procesos e ingredientes”, añadió.
Entre los planes de Misioneros están seguir mejorando sus procesos, estandarizar sus recetas y enfocarse en que su línea de cervezas siempre tenga la misma constancia y calidad.
“Quizá en un mediano plazo establecer un tap room en Ensenada, pero aún no hay nada concreto”, dijo.
*Imágenes cortesía de Misioneros
