Ciudad de México, Junio 27, 2018- Hacer cerveza es fácil, tus primeros dos lotes son muy buenos y te sientes listo para compartir tu éxito con más personas. Llegó el momento de dar a conocer tu marca y saltar a la fama.
Quizá deberías meditarlo un poco más, leer un poco más, pero sobretodo repetir esos lotes unas… ¿99 veces?
Sergio Michel, fundador de Cervecería Rámuri sostiene que “hacer cerveza es fácil, que sepa buena no tanto, pero hacer que esa receta siempre te salga igual está de la chingada”.
De visita en la planta de Bajamuri, Sergio compartió algunos consejos para quienes inician y para los que están pensando en incrementar su producción.
La lectura conduce al cervecero a lograr algunas cosas básicas: aprendizaje, estructura, capacidad de análisis y detección de errores a partir de medir los resultados en cada producción.
El conocimiento adquirido y la práctica, permiten definir cuando una cerveza está dentro de un estilo o con las características que deseas y, en ambos casos, sin error, “entendiéndolo y llevándolo a la práctica estás del otro lado”.
En Bajamuri Sergio aplica la ‘Regla del 100’, significa que cuando los tres cerveceros encargados de la producción ya cocinaron el lote 100, la cerveza está lista para salir al mercado.
“A mucha gente no le gusta leer y es donde aprendemos a no buscar hilos negros, muchas de las cosas ya las hicieron, y fue por algo, ahora sólo hay que hacerlas bien”, expone.
El tercer paso, luego de consultar bibliografía y practicar, es tener claro que uno no se convierte en cervecero para ser millonario, sino por convicción.
“Es mucho trabajo, es estar 24 horas encima de un proyecto. Estás aquí por gusto, dedicación y porque te encanta la peda (risas)”, señala Sergio.
Hacer cerveza es fácil, pero ¿cómo crecer con calidad?
Se llama planeación. ¿Qué quieres de tu receta y hasta dónde puedes exprimir tu equipo para lograr esas características?
“Cuando das un paso al crecimiento en producción llegas a tener ciertos tipos de errores o discrepancias en la recetas, porque debes amoldarte a la estructura de volumen y del equipo, porque cada uno tiene ciertas particularidades”, explica Sergio.
La planeación es una parte estructural de los proyectos que permite saber: qué tengo, qué quiero y cuánto voy a gastar.
A partir de tu target deberás definir aspectos tales como: capacidad productiva, de fermentación, cantidad de productos que vas a elaborar y que tu equipo esté acondicionado para cada uno (lagers, sours, etcétera). Tenerlo claro desde el inicio, te permitirá avanzar más rápido en tu escalamiento y evitará que tus costos se disparen.
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*Imágenes de Jonathan Salas
