Tijuana, Baja California, 22 de marzo, 2020- Extraño la cercanía, el ir venir de gente en los tap rooms, el ánimo desenfadado de los cerveceros que hoy se resisten ante lo que está por llegar.
La industria cervecera independiente en México y todo el mundo, enfrentará quizá la prueba más importante de la historia moderna: la pandemia del coronavirus.
Escribo desde la calle que nuca duerme, la Revolución, convertida en el distrito de la cheve artesanal en Tijuana (46% del total de sus tap rooms están aquí), lo hago después de darle forma a las ideas acumuladas a lo largo de una semana en esta frontera. Después de escuchar a sus cerveceros, de observar cada vez menos gente visitando sus tap rooms y a esos clientes fieles haciendo pedidos para llevar.
Hace exactamente una semana, casi recién desempacada de la Ciudad de México, estaba sentada en el Tap House de Lúdica en la colonia López Lucio, el tema del virus aún no dominaba la conversación, pero las medidas de prevención comenzaban a volverse cotidianas. Iván García, uno de sus fundadores, me contaba sobre los planes a futuro, la Serie Terruño 2020 y su reciente arribo a la CDMX.
Conforme la semana avanzó y con ella mis recorridos por diferentes puntos de venta, la sombra del virus se volvió difícil de ignorar.
Llegaron las noticias del inicio de la cuarentena en Argentina y la tristeza entre la comunidad cervecera, las de mis amigos bloggers de cerveza en España, Canadá, Chile, República Dominicana, Brasil, Perú y Colombia. Las de suspensión o cancelación de eventos cerveceros.
La de Cerveza Loba en Guadalajara con su iniciativa de producir gel antibacterial y es que si alguien sabe de limpieza y desinfección a conciencia, son los cerveceros. En Argentina, Brew House Mar del Plata utiliza toda su capacidad de fermentación para generar el alcohol que necesitan los hospitales y seguramente veremos más de estas iniciativas en todo el mapa.
De igual forma, cada vez más cervecerías cuentan con modalidad de entrega a domicilio tiendas virtuales o se han unido a plataformas como Amazon, Mercado Libre, Uber Eats, Rappi, por mencionar algunas.
Los cerveceros se adaptan sobre la marcha. Toman las medidas que están a su alcance para balancearse sobre la ola del coronavirus, que aún no llega al punto más crítico.
Un gran porcentaje de estos pequeños negocios vive al día, como millones de emprendimientos en México, el pago de rentas será uno de los primeros factores en su contra, la nómina, ventas bajas o nulas y los créditos para quienes acaban de adquirir equipo.
Ante la incertidumbre del mañana, sólo queda esperar y resistir.
He visto sus proyectos crecer, caer y volver a levantarse, porque cuentan con la pasión necesaria para lograrlo. Esta industria es una gran familia y como tal confío en que se apoyará ahora más que nunca y todas las pequeñas luces que la integran, seguirán brillando cuando baje la marea.
¡Estoy con ustedes hoy y siempre!
Su amiga Lupulina
*Imágenes Lupulina y cortesía de las cervecerías